Almunia insta a los suyos a no lamentar mas la derrota y trabajar firme
El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, en su ir y venir por los congresos regionales, intenta llevar al ánimo de sus compañeros la necesidad de que no se duerman en los laureles y empiecen a trabajar ya por conquistar el poder. En Alcorcón, en la clausura de la Federación Madrileña, fue más claro que nunca y marcó para todo el partido una línea nueva. Ha pasado ya el momento de seguir preguntándose las razones por las cuales perdieron las elecciones hace año y medio.
"Llevamos mucho tiempo mirándonos a nosotros mismos y buscando el porqué de nuestras derrotas electorales. Ya hemos hecho nuestros congresos y ahora toca ya la campana para que empecemos la batalla para ganar elecciones", enfatizó Almunia.
Como corresponde a todo líder que se precie, Almunia hizo votos por que se abandonen las peleas internas. "No debemos discutir entre nosotros, ni de nuestras cosas, porque los que están fuera de aquí, los ciudadanos, no saben de qué hablamos ni les interesa".
Almunia se aproximó a la idea apuntada por Felipe González en su despedida en el 34º congreso federal en el sentido de que los socialistas deben elegir a los mejores candidatos, pero eso no es suficiente: "Tenemos que hacer mejor las cosas. Tenemos que ganar, y no gracias al fallo del contrarío, sino por nuestros méritos".
Así, Almunia animó a los suyos a trabajar con "alternativas distintas y mejores" porque "el PP está cometiendo fallos garrafales". En ese sentido, mencionó las dificultades que empieza a tener con sus socios, los nacionalistas catalanes, vascos y canarios, y no ahorró críticas a la "forma sofisticada que utiliza para abusar del poder".
La intervención de González
Todo el mundo en la FSM sabe que Almunia participa plenamente de los aires renovadores de los compañeros que ayer ganaron el congreso, pero desde hace semanas ha repetido que no quería inmiscuirse.Tampoco ningún delegado de los asistentes a la asamblea mostró dudas respecto a que la presencia por sorpresa de Felipe González el primer día supuso un claro espaldarazo a Jaime Lissavetzky. Pero éste negó ayer toda trascendencia política a esa visita: "Nos tomamos un cafelito y no dedicamos a este congreso ni un par de minutos".
Los seguidores de José Acosta siguen repitiendo, no obstante, que nadie avisó a su mentor para que participara en la reunión, en la que estuvieron alcaldes del sur de Madrid.
Cierto es, sin embargo, que todos los testimonios indican que, efectivamente, no se habló del congreso y de cuestiones internas, sino que González, después de tantos años de militante de Madrid y cabeza de lista por esta circunscripción, nunca había tenido tiempo de acercarse a un congreso capitalino.
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