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La exposición "Objetos de deseo" redescubre el arte de los bodegones

La muestra de Londres abarca el siglo XX

Objetos de deseo, título de la actual exposición de la Hayward Gallery, de Londres, explora la evolución de los bodegones durante el presente siglo. Con obras de Picasso, Matisse, De Chirico, Jasper Johns, Christo, entre otros, y hasta un total de 70 artistas modernos y contemporáneos, la muestra londinense introduce una nueva luz en un género considerado hasta la fecha como tradicional y de segundo grado.

Objetos de deseo arranca con Bodegón con frasco de jengibre y berenjenas, de Cézanne, para concluir tras un largo recorrido estilístico y cronológico con Piedra de leche, la sutil y abstracta pieza del alemán Wolfgang Laib. Esta exposición londinense visita en sus nueve secciones narrativas más de un centenar de ejemplos artísticos que, aunque. chocan en composición y ejecución, revelan un mundo imaginario y simbólico como punto común."La invención de una ficción a partir de la realidad es el hilo conductor", explica Margit Rowell, especialista en arte abstracto y comisaria de esta exposición que ha viajado desde el Museo de Arte Moderno de Nueva York a la galería Hayward de Londres, donde permanecerá abierta hasta el próximo 4 de enero de 1998. Al centrarse en la llamada naturaleza muerta, Rowell cede la palabra a los propios creadores. Son los títulos de sus obras -Bodegón con lámpara de aceite, de Juan Gris, o La gran comida, de Jean Dubuffet, por poner dos ejemplos- más que la composición o representación de estos objetos de deseo los que advierten sobre la intención genérica de algunos artistas.

En su repaso histórico, la comisaria rompe las barreras del significado tradicional de bodegón y llega incluso a cuestionar si. obras como Bodegón con zapato viejo, del catalán Joan Miró, se encuadren dentro de los confines del género. "Nos movemos en los márgenes", interpreta ella misma.

Presencia española

Entre los creadores seleccionados destaca una fuerte presencia española que responde, asegura la comisaria Rowell, "al fuerte arraigo que los bodegones tienen en el arte español de todos los tiempos y a la particular fuerza que adquieren en el siglo XX"-. Además de las obras mencionadas, la exposición recupera Guante y periódico, entre otras composiciones de Miró; Teléfono langosta y otros ejemplos de Salvador Dalí; además de óleos y esculturas de Pablo Picasso y Juan Gris.El rechazo de convencionalismos se aplica también a la interrelación por estilos que se aprecia en Objetos de deseo. De la mano de Rowell, las composiciones teatrales sin tiempo o espacio definido de Giorgio de Chirico guardan armonía con un manelli o un matisse. Otras ingresan por primera vez en el género, como es el caso de los dadaístas, Duchamp y Picabia, entre ellos. "Escogen sus objetos de deseo y crean una ficción determinada", justifica la comisaría.

Con la llegada del pop-art y el posmodernismo, los objetos cotidianos adquieren unas proporciones, monumentales -Floor Cake, de Oldenburg, las Brillo Boxes, de Warhol, o la caja de pañuelos de papel de Robert Gober- en respuesta quizá al creciente consumismo y superabundancia en las naciones ricas del mundo.

De esta forma, estos artistas, al igual que sus predecesores, documentan no sólo la evolución estilística del arte, sino también de la vida y de la sociedad en general. Y, como recuerda la introducción al detallado catálogo que complementa esta exposición de Londres, reinventan los bodegones como forma artística.

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