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CONVULSIÓN EN LOS MERCADOS

El desplome de Hong Kong golpea las bolsas mundiales

La crisis que comenzó como un ataque especulativo aislado a Tailandia el pasado julio ha adquirido en cuatro meses preocupantes dimensiones. La última víctima ha sido Hong Kong, el segundo mayor mercado de valores asiático tras Tokio. El desplome ayer de un 10,4% de la Bolsa de la antigua colonia británica extendió el pánico entre los inversores internacionales. Todos los mercados de valores asiáticos cayeron y los europeos registraron pérdidas que rondaron el 3% -Madrid cayó un 2,43%- En el continente americano, Nueva York perdió el 2,33% y los principales mercados emergentes de Latinoamérica registraban retrocesos cercanos al 5%.

La pregunta que se hacen la comunidad internacional es si el territorio, que ha digerido muy bien la vuelta a manos comunistas, acabará sucumbiendo a la crisis que golpea al conjunto de las economías del sureste asiático. Una perspectiva que amenaza con sumir en la recesión a la que en los últimos años ha sido una de las regiones económicamente más dinámicas del planeta.

La Bolsa de Hong Kong conoció ayer la jornada más negra de su historia. En cuatro días, este mercado de valores ha perdido un 23%. Y todo ello, a pesar de que China le echara un cable el día anterior al bajar sus tipos de interés 1,5 puntos a fin de apoyar a la economía china de la que depende Hong Kong.

Tras haber caído un 4,6% el lunes, un 4,3% el martes y un 6,2% el miércoles, el índice de referencia de la Bolsa de Hong Kong se hundió hasta el 16% la mañana de ayer. Tras sufrir vaivenes durante todo el día, el Hang Seng Index se recuperó al término de la sesión para cerrar con 10.426,3 puntos, es decir, un descenso del 10,4%. Por tanto , desde comienzos de agosto, la Bolsa de Hong Kong ha perdido más del, 37%.

Suicidio de un banquero

El descalabro de este mercado se cobró ayer una vida. El directivo de una entidad financiera de Hong Kong, cuya identidad no fue reveleda, de origen británico y de 47 años de edad, se suicidió. La prensa local relacionó su muerte con el colapso de la Bolsa.La avalancha de ventas se ha producido por el creciente convencimiento de que la antigua colonia se verá forzada a devaluar tras 14 años de estabilidad cambiaria con el dólar estadounidense. Los inversores dudan de que Hong Kong se pueda permitir el lujo de perder competividad en aras de mantener su paridad fija con la divisa americana cuando la mayoría de los países de la región del sureste asiático, competidores comerciales de Hong Kong en terceros países y además destino de las exportaciones de la antigua colonia, se han visto obligados a devaluar sus monedas frente al dólar entre un 20% y un 30% desde el pasado verano.

Para frenar la especulación contra el dólar de Hong Kong, cuyo tipo de cambio es de 7,8 unidades por dólar estadounidense, el Gobierno tomó medidas excepcionales. La autoridad monetaria de Hong Kong limitó en primer lugar el acceso al Liquidity Adjustment Facility, un fondo que permite a los bancos locales refinanciarse día a día a bajo precio, en los bancos de su elección. Luego, absorbió la liquidez disponible para impedir a los bancos locales conceder préstamos a los especuladores al aumentar sus tipos diarios hasta un 250%.

Estos movimientos provocaron en seguida ventas masivas de acciones, en particular de valores inmobiliarios especialmente sensibles al coste del dinero. Los inversores anticiparon que este alza de los tipos afectará, dependiendo de su duración, a los resultados de las sociedades que cotizan en Bolsa. En una palabra, la Bolsa pagó por defender la moneda.

Acompañando las palabras con hechos, el jefe ejecutivo de Hong Kong, Tung Chee-hwa, de visita en Londres, reafirmó el apego del gobierno de Hong Kong a la estabilidad de su tipo de cambio. "El Gobierno de Hong Kong está plenamente decidido a mantener una paridad fija del dólar. Confiamos plenamente en que puede mantenerse y que así será".

Para justificar su decisión, el jefe Ejecutivo defendió su "política fiscal conservadora y sus reservas en divisas de 88.000 millones de dólares (13,2 billones) a finales de septiembre".

La comunidad internacional se movilizó ayer en defensa de las autoridades de la antigua colonia británica. En Estados Unidos, la Reserva Federal, la autoridad monetaria, que ya acudió en socorro de México cuando el peso se devaluó hace dos años, aseguró que está en contacto permanente con la autoridad monetaria del territorio. Un mensaje similar lanzaron el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que destacaron "la buena salud" de la economía de Hong Kong.

Son tan pocos los que creen que, a corto plazo, los especuladores ganarán la partida frente a la determinación y la potencia de golpe del gobierno de Hong Kong, que los medios empresariales parecen más divididos que nunca sobre la conveniencia de mantener a un plazo el vínculo fijo con el dólar estadounidense.

"Ahora nuestros clientes realizan sus pedidos en los países donde sus monedas se han devaluado y son mucho menos caros que Hong Kong", se quejó, por primera vez, el muy influyente presidente de la patronal local, James Tien Pei-chun. "Entre, por un lado, el alza de los precios de la construcción, de los salarios y todos los costes operacionales en el territorio y, por otro lado, la fuerte depreciación de las monedas de los países vecinos, la competitividad de Hong Kong en la región se ha deteriorado mucho", dice el presidente de un banco local.

El nivel de los precios de Hong Kong ya no tiene justificación". Es precisamente esta cuestión de la competitividad de su economía y no el coste de la defensa de su moneda lo que empujó a Taiwan a hacer flotar su divisa el pasado viernes 17 de octubre.

China se inhibe

China, que durante mucho tiempo aseguró su apego al mantenimiento de la paridad fija, afirmó ayer, por boca del portavoz del ministro de Asuntos Exteriores, Shen Guofang, que no intervendrá ni en apoyo del dólar ni en apoyo de la Bolsa, en nombre, añadió, del "principio de un país, dos sistemas", que rige las relaciones entre la región y la China continental.Pero anoche eran muchos los analistas que pensaban que la batalla se había terminado y que todo iba a volver al orden. "El vínculo fijo con el dólar USA que fue introducido en 1983, justo después de una crisis financiera para garantizar la estabilidad social y política, se mantendrá por las mismas razones", explica John Mulcahy, director de investigación de Indosuez WI Carr en Hong Kong. "El coste económico y social de una caída sería demasiado pesado para una economía construida sobre el sector inmobiliario y el financiero", añade. Una señal, según él, de que los mercados no creen en la devaluación es que cuando la Bolsa cayó hasta casi los 10.000 puntos hubo numerosas compras procedentes de fondos de inversión europeos.

Mientras tanto, aunque la moneda aguanta frente a la embestida de los especuladores, esta crisis monetaria podría dejar señales en una economía muy sensible al nivel de los tipos de interés.

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