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Los sindicatos rechazan nuevos incentivos para retrasar la jubilación mientras haya un 20% de paro

Los sindicatos han acogido con un rotundo rechazo el "globo sonda" lanzado desde el Gobierno para incentivar el retraso de la jubilación más allá de los 65 años. Las direcciones de CC OO y UGT creen que sería una medida insolidaria en un país con un 20% de paro. Asimismo, recordaban ayer al Ejecutivo que el aplazamiento M retiro es una posibilidad ya recogida en las leyes y, por tanto, parece inoportuno poner en marcha más incentivos. Ante esta airada reacción, el ministro de Trabajo, Javier Arenas, precisó que sólo se trata de "una propuesta informal" que no perjudicaría la creación de empleo.

Arenas explicó que su departamento quiere potenciar el retraso en la jubilación para los asalariados de más de 65 años que opten por trabajar media jornada, cobrando la parte proporcional de salario y de pensión. El ministro asegura que se trata de "una propuesta para el debate" realizada a los sindicatos, pero que "pueden surgir otras" en las reuniones con los agentes sociales. En su criterio, ello beneficiaría a las arcas de la Seguridad Social, por el ahorro en una parte de las pensiones, y no perjudicaría la creación de empleo.Sin embargo, los sindicatos niegan ambas cosas. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, aseguraba ayer que "no es una buena medida ni para el sistema de pensiones ni para generar empleo" y añadía que forma parte del "exceso de propaganda del Gobierno". Méndez avanzaba que los sindicatos rechazarán toda propuesta que no vaya vinculada a compromisos de creación de empleo y a garantizar un adelanto en la incorporación de los jóvenes al mercado de trabajo, que ahora está entre 29 y 30 años de edad.El secretario de acción institucional de CC OO, José María Fidalgo, dejaba también clara su oposición a incentivar el trabajo de los mayores de 65 años, dado que existe un paro que afecta al 20% de la población activa. El sindicalista precisaba que la propuesta del Gobierno no es nada novedosa, porque las leyes permiten ya retrasar voluntariamente la edad de jubilación, y porque el Estatuto de los Trabajadores recoge el contrato de relevo (para personas con más de 62 años cuando trabajan media jornada y la otra media es realizada por un nuevo empleado contratado expresamente).

Toni Ferrer, secretario de acción sindical de UGT, aseguró que el retraso en la edad de jubilación es un compromiso electoral del PP con el que los sindicatos no están de acuerdo. Y añadió que se trata de una medida "insolidaria con los parados" y contraria a la tendencia al reparto del empleo que ellos propugnan. Asimismo, Fernando Puig, responsable de acción sindical de CC OO, precisó que es la tercera medida que adopta el Gobierno sin contar con las centrales, tras la penalización de las horas extras y los incentivos a la contratación de trabajadores minusválidos.

Los partidos de la oposición, PSOE e Izquierda Unida comparten esos criterios. Pedro Vaquero, portavoz de IU en política social, considera que la propuesta del Gobierno supone "no apostar" por la creación de empleo. Y sugiere al ministro "que sea más avispado y compruebe los datos de la negociación colectiva, donde, según sus datos, se refleja que en los convenios se apuesta por adelantar la jubilación.

Desde el PSOE, Jerónimo Saavedra, presidente de la comisión de política social, subrayó asimismo que retrasar la edad de retiro "provocaría irremediablemente que los jóvenes tuvieran más dificultades para acceder al mercado de trabajo". Al también diputado socialista José Antonio Griñán, en cambio, le parece bien la propuesta del Gobierno, e incluso ayer aseguraba que su partido presentó una enmienda en ese sentido en el debate de la ley de pensiones, que fue rechazada por el Partido Popular.

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Juan Carlos Aparicio, confirmó ayer en Toledo que el retraso voluntario de la jubilación podrá entrar en fancionamiento el próximo año, una vez conocida la opinión de los agentes sociales. La propuesta ya ha sido remitida a los miembros de la comisión de seguimiento del Pacto de Toledo, informa Isabel Salvador.

Según Aparicio, los incentivos para los empresarios que se con templen no tienen que ser excesivos, para evitar "un mercado negro o extraño de personas mayores". En cualquier caso, no se podría seguir en activo más allá de los 70 años.

En cuanto al rechazo de los sindicatos a la puesta en marcha de esta medida, prevista ya en el Pacto de Toledo sobre el sistema de pensiones, Aparicio respondió que "estas propuestas están contenidas en el acuerdo que se alcanzó con las centrales sindicales". Una medida, recalcó, "voluntaria y flexible" que en su opinión beneficiará no sólo a los empresarios, sino especialmente a las personas que alcanzan 65 años sin tener 35 de cotización:

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