Capello se queda mudo
Fabio Capello compareció ayer con gesto serio en la sala de prensa de San Siro para anunciar: "Ni mis jugadores ni yo hablaremos hoy con ustedes". El Milan acababa de perder (1 -2) ante el Lecce. Era la tercera derrota en seis partidos del equipo de Silvio Berlusconi que tan sólo ha logrado una victoria en la Liga. No es que Capello no tuviera nada que decir ayer. Lo que quería era evitar una polémica con el árbitro del encuentro.El Milan se queja de que el colegiado del partido no pitó un penalti cometido sobre Kluivert. El jugador holandés estaba a punto de lanzar a puerta cuando un defensa de Lecce le hizo una falta en el área. El árbitro no la pitó aunque una acción similar había sido castigada con la pena máxima sólo unos minutos antes, pero esta vez en contra del Milan y con Boban como protagonista.
Un directivo de Berlusconi confesó después del partido a algunos periodistas que Albertini pidió explicaciones al colegiado y que éste le respondió, según esta versión: "Lo ví pero no me atreví a pitarlo". El resultado podría haber cambiado pero no el mal juego del equipo de Capello.
El técnico del Milan ya no sabe qué hacer con sus hombres. Ayer apostó por cambiar la disposición táctica y pasó de su tradicional 4-4-2 a un innovador 3-5-2. Este nuevo sistema ya lo probó durante la pretemporada pero hasta ayer no se había atrevido a implantarlo en un partido oficial.
El experimento no tuvo resultados. Ba y Donadoni fueron los futbolistas que jugaron en el centro del campo por las bandas. Ninguno de los dos estuvo a gusto en esa posición, sobre todo cuando les tocaba defender. Donadoni, además, nunca había probado esa posición ya que hace sólo unos días regresó al Milan procedente del Metrostars de Nueva York, donde ha jugado las dos últimas temporadas. Y a sus 34 años le cuestan los experimentos.
Silvio Berlusconi, el dueño del Milan, y Adriano Galliani, el máximo ejecutivo del club, también decidieron ayer sumarse a la ley del silencio, pero ambos parecen estar dispuestos a hablar en un futuro Inmediato.
A nadie se le escapa que Galliani es un enemigo reconocido de Capello y está esperando el momento oportuno para pronunciarse. Berlusconi aguarda al derby del día 9 de noviembre. Si el Milan sufre ese día una humillación ante el Inter de Ronaldo, Fabio Capello será declarado culpable de la crisis.
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