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La policía se moviliza para reducir las imprudencias de conductores y peatones

Antonio Jiménez Barca

El aumento de accidentes dé tráfico ha hecho reaccionar a los responsables municipales. El concejal de Circulación y Policía, José Ignacio Echeverría, anunció ayer que a partir del lunes habrá más agentes para vigilar a los automovilistas amigos de maniobras peligrosas y peatones que no crucen debidamente. Echeverría, además, estudia subir las multas para los conductores ebrios o que se salten semáforos.

El año pasado murieron 87 personas en accidentes de tráfico en las calles de Madrid. Esta cifra ya se ha alcanzado en 1997, cuando aún faltan dos meses, considerados calientes por los expertos, para que concluya este ejercicio. El número de heridos, 8.183, también se ha incrementado en un 6% con respecto a 1996.Por todo esto, el Ayuntamiento está dispuesto a meter en cintura a los conductores peligrosos. Desde el lunes existirán más policías controlando el nivel de alcohol de los automovilistas, vigilando los cruces peligrosos y atentos los que se saltan los semáforos a los motoristas que viajan sin el casco reglamentario.

Los peatones no se librarán de esta presión policial: los agentes van a denunciar más a los viandantes que cruzan por sitios indebidos. La multa por este concepto asciende en la actualidad a 3.000 pesetas. "Esto es algo denunciable desde hace tiempo; lo que sucede es que se va a incrementar la vigilancia", advirtió ayer un portavoz policial.

Cursos a ancianos

El Ayuntamiento también intensificará los cursos de educación vial, que no se dirigirán sólo a los niños y jóvenes de los colegios, como se venía haciendo hasta ahora, sino que también se impartirán en los asilos y en los centros de la tercera edad.La razón está clara y la dicta la estadística: el 62% de los fallecidos a causa de un atropello en 1996 tenía más de sesenta años.

Además de estas medidas, el Ayuntamiento estudia adoptar otras más contundentes que incidirán directamente en el bolsillo de los madrileños.

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El concejal de Circulación aseguró ayer que en su departamento le dan vueltas a la posibilidad de incrementar la cuantía de las multas a los que infrinjan determinadas normas. Entre ellas se cuenta el saltarse un semáforo o conducir bajo los efectos del alcohol.

Actualmente, estas multas no exceden nunca las 15.000 pesetas. El concejal Echeverría todavía no tiene clara la nueva cuantía, pero apuntó que puede rondar "las 50.000 pesetas". "Pero esto hay que analizarlo todavía y estudiar si es legal. Lo que está claro es que las vamos a subir", añadió.

El alcalde José María Álvarez del Manzano aconsejó ayer a los conductores, en la presentación de unas jornadas sobre seguridad vial, "pasarse por el Instituto Anatómico Forense un lunes para ver en qué puede acabar una conducción imprudente".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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