César Ríos, uno de los últimos maquis
El popular cementerio parisiense de Pére-Lachaise acogerá mañana, miércoles, los restos mortales de César Ríos, uno de los últimos maquis españoles que, junto a Mario Morán, Marcelino Fernández, Abel Ares y Girón, entre otros, formó parte de la resistencia antifranquista en El Bierzo (León). Ríos, asturiano de Siero y minero desde su infancia en el emblemático pozo de Pumarabule, murió el pasado día 9 en París, a los 82 años, de una grave infección de la que no se pudo recuperar debido a su delicado estado de salud. Su vida ha estado marcada, según todos aquellos que le conocieron, por la justicia, la solidaridad y el compañerismo, aspectos de su personalidad que nunca abandonó y que ayudaron a muchos huidos políticos de entonces a emprender una nueva vida en Francia, Chile o México, alejados de la dictadura del general Franco, a pesar de vivir muchos años en la más absoluta miseria.Tras una convulsionada existencia en Asturias y El Bierzo, Ríos llegó a Francia con su mujer, Antonia Rodríguez, también guerrillera, el 24 de octubre de 1948, en un barco que Indalecio Prieto mandó a Asturias para recoger a un grupo de compañeros perseguidos en los montes de León. De San Juan de Luz, el matrimonio Ríos se trasladó a Narbona, en donde vivía su hermana Consuelo, y de allí, a París, donde desde 1951 trabajó como practicante.
A los 16 años, Ríos era ya uno de los principales dirigentes de las Juventudes Socialistas en las comarcas mineras de Asturias y hasta su muerte siguió afiliado al PSOE y a la UGT. En 1985, Ríos quiso dejar sus memorias grabadas en la Fundación Pablo Iglesias.-
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