Tolerancia con los crímenes de guerra
En un reciente discurso en las Naciones Unidas, el presidente Bill Clinton reafirmó su compromiso con la persecución de los criminales de guerra. Pero el apoyo de su Administración ha sido ambiguo. Como en otros asuntos sobre derechos humanos, sus acciones se retrasan tras la retórica si el tribunal muestra la más leve posibilidad de afectar a estadounidenses.La secretaria de Estado, Madeleine Albright, ha dado al tema de los crímenes de guerra prioridad máxima con el nombramiento. de David Scheffer como embajador itinerante para los asuntos de. crímenes de guerra (...). La contribución de Washington a los tribunales contrasta con los obstáculos que está poniendo en el camino a la creación de un tribunal criminal permanente internacional.
Este tribunal investigaría crímenes internacionales cuando los sistemas legales nacionales fueran reticentes o incapaces de hacerlo. Una conferencia diplomática prevista para el próximo mes de junio redactaría el proyecto final que, después, sería ratificado nación por nación.
Por desgracia, mientras Estados Unidos respalda el tribunal en principio, las reglas básicas que proponen crearían un tribunal politizado y virtualmente sin poder. (...)
Desafortunadamente, la Administración del presidente Clinton parece comprometerse con este ideal sólo en determinados casos.
7 de octubre
