Solana aboga por un nuevo concepto de seguridad que tenga un rostro humano
El secretario general de la OTAN, Javier Solana, abogó ayer por un nuevo concepto de seguridad que supere lo meramente defensivo o militar y que abarque otros campos como la economía, el comercio internacional, la ecología o el derecho de las minorías. "La seguridad debe ser básicamente humana, y los derechos del hombre deben estar en el centro de nuestras preocupaciones", añadió.
Solana, que inauguró ayer en Madrid un nuevo ciclo de conferencias del Club Siglo XXI sobre los últimos cien años de la historia de España, del aislamiento a la integración europea, fue presentado por Juan Antonio Díaz Ambrona, que fue ministro en los primeros Gobiernos de UCD. A la conferencia asistió el titular de Defensa, Eduardo Serra, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, así como numerosos ex ministros socialistas y algunos de la antigua UCD. Brilló por su ausencia la presencia de dirigentes del Partido Popular.Solana trazó en su conferencia el mapa de la globalización y la interdependencia y analizó los desafíos a los que se enfrenta una sociedad donde las injusticias y los desequilibrios son "insostenibles". Y puso el ejemplo de cómo cinco países que cuentan hoy con la mitad de la fuerza de trabajo mundial -China, India, Brasil, Indonesia y Rusia- tienen una participación en el comercio mundial que no llega al 8%. "Todos somos conscientes de que la distribución de la población y los recursos no siguen caminos paralelos. Tendremos que hacer frente a problemas de sobrepoblación y a movimientos migratorios masivos como no se han visto desde hace siglos", añadió.
En su opinión, dos grandes acontecimientos marcarán el horizonte del año 2000. En el ámbito de la Unión Europea, "la introducción de la moneda única y la ampliación al centro y al - este de Europa. En el ámbito de la Alianza Atlántica, su transformación para adaptarse a una "nueva Europa". Solana hizo especial hincapié en la importancia política de la moneda única, -Maastricht ya no da más de sí, apuntó- que "permitirá a Europa adquirir estatus de potencia económica y política, en vez de seguir limitándose a su condición de espacio". Y remachó: "Europa tiene ante sí la posibilidad de dejar de ser escenario para convertirse en actor. No debe desaprovecharla".
La ampliación de la OTAN a los países del Este, el papel histórico jugado por la alianza en Bosnia, el acuerdo de cooperación con Rusia, el diálogo y cooperación en la cuenca mediterránea fueron otros de los puntos abordados por Solana que defendió el diálogo, la cooperación y las relaciones equilibradas como cimientos de una Europa distinta, en un mundo distinto, más seguro y más justo. "La inseguridad no proviene de la ficticia estabilidad que proporcionaban los bloques. Proviene de la desigualdad, se alimenta de injusticia, se potencia con la discriminación, prende sus mechas en la irracionalidad étnica, en el racismo y en la xenofobia". Para combatirlo, abogó por la paz y la prosperidad compartida, en el marco de un europeísmo y universalismo como único proyecto.
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