Paramilitares y "narcos'

La matanza perpetrada contra una comisión judicial revivió en Colombia las imágenes de la peor época del narcoparamilitarismo. A finales de los ochenta, en La Rochela -rica región del Magdalena medio-, una comisión similar fue salvajemente asesinada por estos grupos al margen de la ley. Con lo ocurrido el viernes en la provincia del Meta vuelve a aparecer la imagen de grupos paramilitares dedicados a cuidar los intereses de los narco traficantes. En este caso aparecieron como guardianes de sus tierras para impedir la orden de embargo aprobada recientemente por el Congreso.

La comisión regresaba de realizar su trabajo en la finca El Alcaraván, propiedad de Gustavo Soto García, quien tiene orden de captura y Figura en la lista de los hombres del cartel del Llano. Según Pablo Elías González, director nacional del cuerpo técnico de la Fiscalía, las evidencias. demuestran que los autores son miembros de grupos paramilitares que tienen vínculos con el narcotráfico. El vehículo desde el cual se atacó por primera vez a la comisión escoltaba a un camión que transportaba 350 kilos de cocaína. González no dudó en afirmar que la Fiscalía, y en especial el equipo a su cargo, han sido declarados objetivo militar por parte de los paramilitares.

Para el politólogo Alfredo Rangel -como lo afirmó en su columna publicada ayer en el diario El Tiempo- este incidente debería ser el comienzo de un cambio de actitud "hacia una postura mucho más firme del conjunto del Estado para reprimir y desarticular estas organizaciones, que también representan una amenaza para la institucionalidad democrática del país".

Para este experto, el hecho evidencia la necesidad de hacer las debidas distinciones en cuanto al origen, financiamiento, composición, móviles y objetivos de las numerosas agrupaciones paramilitares que hoy existen en Colombia.

Sistemáticamente, el más conocido jefe paramilitar, Carlos Castaño, ha negado cualquier relación con el narcotráfico. Recientemente, en declaraciones a una agencia internacional y al diario colombiano El Tiempo, lo volvió a negar.