_
_
_
_
_
Tribuna:VISTO / OÍDO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Verdugos

No sé que hacía Emma Bonino, consejera -ministra- de la Unión Europea, muy conocida aquí, en Afganistán, tan lejos de su esfera; no se qué hacía fotografiando mujeres, cosa que el Corán prohíbe. Mujeres y cualquier figura humana o animal: por eso los árabes se ilustraron con maravillosas pinturas, geométricas, y de la escritura cúfica hizo un arte. Otros países islámicos lo admiten por corrupción. No los integristas. No los talibanes. La palabra viene de taleb o talib, estudiante del Corán, y nada más que del Corán: creen que la pérdida de su mundo se debe más que a los infieles, a los musulmanes que no cumplen con su fe. Algunas de las matanzas de Argelia son la venganza de los integristas sobre mujeres sin velo y sobre hombres sin fe, contra costumbres corrompidas. En Irán se lapida a hombres y mujeres.Y en Arabia Saudí van a cortar la cabeza a una enfermera británica que, con la complicidad de otra, mató a una tercera. Hay que distinguir: este acto no es más medieval ni más brutal que los cientos de ejecuciones al año en Estados Unidos por muy diversos medios, o en China por la pistola en la nuca. Puede salvarse la condenada si paga una compensación -sharia, se llama- al heredero de la víctima: en Occidente no existe ni siquiera esa posibilidad para un crimen así. Los que tienen una edad no muy avanzada pueden recordar el garrote vil, especialmente siniestro y más medieval que nada, que utilizaba Franco antes de morir. Y el verdugo en Núremberg, de Estados Unidos, cuenta que arregló el tamaño de la cuerda, la forma del nudo y el mecanismo de la trampilla para que la muerte de los nazis fuera más larga y angustiosa: el que menos duró un cuarto de hora sufriendo atrozmente.Todo lo que ahora utilizamos contra nuestros nuevos enemigos los árabes, porque ya todos somos judíos inspirados así por el "pensamiento único" que brota de Estados Unidos, es naturalmente horrible. Todas las penas de muerte, por cualquiera de los sistemas, contra cualquiera de los culpables, contra niños, adultos, viejos o mujeres, es sencillamente detestable y califica, empezando por ETA y terminando por el monarca saudí, nuestro primo. Y los que piden pena de muerte en España son iguales que el verdugo de Núremberg o el de Arabia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_