Fuera de juego

EL DIRECTOR de Radio Televisión Española, Fernando López-Amor, se salvó en el último minuto, de tener que hacer frente a la reacción indignada de los aficionados al fútbol. Para ello, tuvo que rectificar su decisión, anunciada el día anterior, de ceder la retransmisión del partido de hoy de la Liga Europea de fútbol Oporto-Real Madrid a la plataforma digital de Telefónica. Después de machacar durante meses a la opinión pública con la coartada del interés general para justificar los partidos de fútbol en abierto, resulta que RTVE, ante el estupor de los aficionados de toda España, estaba dispuesta a convertir la difusión abierta del partido, cuyos derechos tiene Televisión Española, en una retransmisión a beneficio de los abonados de la plataforma impulsada por el Gobierno. La irritación de los aficionados al fútbol subió de punto al comprobar que, gracias a los enjuagues entre López-Amor y su estrambótica capacidad para confundir a la audiencia, el Oporto-Real Madrid sola mente iba a ser emitido en directo y en abierto en Cataluña, a la misma hora en que se retransmitía por la cadena autonómica TV-3 el Barcelona-PSV Eindhoven, también de la Liga Europea.RTVE no tuvo más remedio que echarse atrás de su pretensión inicial. Tras un confuso rosario de explicaciones y ajustes horarios, decidió ofrecer en abierto y en directo el partido de Oporto para Madrid y Cataluña por la primera cadena y el Barcelona-PSV en el resto de España. No es la primera vez que el director de Televisión Española se ve obligado a rectificar en los últimos días. López-Amor, que parece en permanente fuera de juego, tuvo que autorizar la emisión de un anuncio de la Junta de Castilla-La Mancha, después de prohibirlo en primera instancia por "razones técnicas y jurídicas". Sin olvidarnos dé su extraordinario montaje de Las Ventas. López-Amor llegó con un pasado a sus espaldas a RTVE; no ha defraudado.

A la vista de tanto despropósito, no estaría de más que el Gobierno explicase a los ciudadanos la colusión de intereses entre RTVE y Vía Digital. Porque si el partido se hubiese retransmitido a los abonados de la plataforma de Telefónica, como estaba previsto, los contribuyentes habrían pagado por la retransmisión dos veces: una a RTVE a través de sus impuestos y otra a Vía Digital a través de sus cuotas. La rectificación del disparate pergeñado por López Amor es la mejor demostración de que el Gobierno y la televisión pública manipulan el concepto de interés general a su conveniencia, cuando y como les place.