Unos 15.000 jóvenes elegidos por sorteo se librarán de hacer la mili el próximo año
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El Ministerio de Defensa ha decidido adelantar al año que viene la supresión del servicio militar obligatorio. Al menos, para unos 15.000 jóvenes, elegidos por sorteo, a los que se eximirá de incorporarse a filas. El ministro Eduardo Serra anunció ayer en el Congreso la aprobación con carácter urgente de un decreto ley que resucitará la figura del excedente de cupo, abolida hace una década. Defensa ha optado por la fórmula más rápida y cómoda para deshacerse de los reclutas sobrantes por la reducción de los ejércitos y el incremento de los soldados profesionales, que llegarán a 50.000 a finales de 1998.
La comparecencia de Serra ante la Comisión Mixta Congreso-Senado sobre Profesionalización de las Fuerzas Armadas deparó una sorpresa, especialmente grata para los jóvenes que deben incorporarse a filas durante 1998.El ministro anunció que se reinstaurará con carácter urgente la figura del excedente de cupo -es decir, del mozo eximido de hacer la mili por existir un sobrante de efectivos en las Fuerzas Armadas- y que se aplicará ya el año que viene. "Es el principio del fin del servicio militar obligatorio", proclamó Serra.
Aún no se ha fijado la cuantía del próximo reemplazo, pero se calcula que rondará los 170.000 efectivos, frente a los 192.000 de este año. Los agraciados por la medida serán alrededor de 15.000 jóvenes, aproximadamente el 10% del total. Sus nombres se conocerán el 13 de noviembre, cuando los ordenadores del Ministerio de Defensa asignen los destinos de la quinta de 1998.
La acelerada reducción de la Fuerzas Armadas y el fuerte impulso dado a la profesionalización, con la contratación de 12.500 nuevos soldados y marineros profesionales durante 1998, hace que sobren cada vez más reclutas de reemplazo, a pesar de la objeción de conciencia y de la caída de la natalidad.
El 18 de noviembre del año pasado EL PAÍS ya publicó que los ejércitos llamaban a filas un 28% más de los reclutas necesarios según el Objetivo de Fuerza Conjunto. Lógicamente, a medida que se acerca el año 2003, fecha prevista para la profesionalización total, el problema se agraba: si el año próximo los excedentes se cifran en unos 15.000, en el 2000 rondarán los 80.000.
El ministerio ha estudiado varias fórmulas para desprenderse de este sobrante, que no hace sino cargar su presupuesto. Una de ellas consistía en modificar el cuadro médico, para que sean más numerosos los excluidos de la mili por motivos de salud, y en aplicar con mayor generosidad la concesión de prórrogas por estudios o sostenimiento familiar.
Otra fórmula pasaba por reducir de nueve a seis meses la duración del servicio militar, tal como prometió el PP en su programa electoral. De momento, sin embargo, Defensa ha optado por la salida más fácil y rápida: resucitar la figura del excedente de cupo, que se aplicó por última vez al reemplazzo de 1988.
Como la ley del Servicio Militar de 1991 no permite que alguien se libre de la mili por exceso de contingente, el Gobierno deberá modificarla mediante un decreto ley que se aprobará con carácter urgente, para que esté en vigor el próximo 13 de noviembre, y luego se remitirá al Congreso para su ratificación.
Aunque todavía es pronto para medir el efecto de esta decisión, los expertos consideran que inicialmente frenará la objeción de conciencia, pues muchos jóvenes esperarán a saber si están entre los excedentes de cupo para declararse objetores.Posteriormente, sin embargo, podría estimular este fenómeno e impulsar hacia la objeción a aquellos jóvenes que se sientan frustrados en sus expectativas o discriminados respecto a otros compañeros con mayor fortuna.
Francisco Castañón, director de la Oficina del Defensor del Soldado, criticó ayer la decisión por considerar que se trata de un "procedimiento injusto" y pidió que la exención de la mili no se haga al azar sino atendiendo la situación de los "más desfavorecidos socialmente".
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