Cambios fundamentales

Diferentes enfoques. Los dos equipos enfocaron el inicio del partido de forma bien distinta: el Valencia buscando la presión, la velocidad y la sorpresa y el Madrid intentando enfriar el partido, asegurando la posesión del balón, dando muchos toques en defensa y esperando la oportunidad para lanzar a Suker o a Mijatovic. Nuevo sistema. Con el cambio de entrenador, nuevo sistema. El Valencia salió con tres centrales, Javi Navarro y Cáceres como marcadores y Djukic de hombre libre, posición en la que se encuentra más cómodo que jugando en línea. Angloma y el italiano Carboni, laterales con mucho recorrido. En el centro del campo, Saïb por la derecha, Milla en el centro y Chemo del Solar por la izquierda. Ortega en la media punta, con mucha libertad de movimientos, y VIaovic como hombre más adelantado.

Dificultades. El Madrid, durante buena parte del partido, encontró muchas dificultades para poder progresar. La lentitud en la circulación del balón y la inferioridad numérica en el medio campo fueron las causas. También tuvo problemas en la recuperación porque Sanchis se encontraba con mucho espacio que abarcar debido a que Zé Roberto y Seedorf no cerraban bien.

Hombre gol. Volvió a quedar patente la necesidad que tiene el Valencia de un hombre gol. Los recursos habilidosos de Ortega quedan huérfanos cuando llega al área. Si además, las incorporaciones de hombres de atrás es limitada, como en el segundo tiempo, sus posibilidades de hacer gol se reducen al mínimo.

Expulsión y cambio. Avanzada la segunda mitad del encuentro, coincidiendo con la expulsión de Javi Navarro, Heynckes sacó a Redondo para ayudar a Sanchis y colocó a Raúl en la banda izquierda. A partir de ese momento, el Madrid se adueñó del partido. Raúl aprovechó muy bien su nueva posición: realizó un extraordinario gol y dio el pase para que Mijatovic materializara el segundo.