Goles con dedicatoria
Raúl brinda su tanto a Valdano y Mijatovic el suyo a su hijo Andrea
Raúl González tenía ayer dos amigos a los que dedicarles un gol. Uno estaba en Mestalla, el otro en Madrid. A este futbolista siempre que se le mete algo entre ceja y ceja lo consigue. Raúl marcó el primer gol (m. 68) y lo hizo como a él le gusta, de manera espectacular. Primero se plantó ante Anglomá, le hizo un recorte, luego ante Djukic, más tarde recuperó el balón y lanzó. Ése gol tenía una dedicatoria: "Este gol es para un amigo que debería estar sentado hoy en el banquillo de Mestalla y no lo está". Era el recuerdo de Raúl a su maestro y descubridor, Jorge Valdano.Raúl lleva cinco goles este año con el Madrid: dos en Liga, dos ante el Barcelona en la Supercopa y uno ante el Rosenborg en la Liga de Campeones. Los datos indican que la joven estrella del Real Madrid está en plena forma y se siente cómodo en su nueva posición. "Lo importante no es quién marque los goles, lo importante es el equipo. Yo me encuentro en estos momentos muy cómodo con el juego que hacemos. Al principio de la temporada, tuve algunos problemas físicos, pero ahora ya los he superado y creo estar al cien por cien, además tengo la suerte de marcar, qué más puedo pedir". Raúl confesó al principio de la era Heynckes encontrarse un poco perdido como media punta, ya que esta situación en el campo le hacía desarrollar un enorme esfuerzo fisico, pero los partidos y los entrenamientos le han hecho solucionar todos los problemas.
Pero después del espectacular gol de. Raúl en Mestalla, le quedaba otro reto particular que lograr: hacer posible que su compañero Pedja Mijatovic viera cumplido su sueño. Así que, sin pensárselo dos veces le ayudó a conseguirlo. Mijatovic le lanzó un balón, Raúl recogió la pelota y se la volvió a lanzar. Se la puso en el pie, sólo para que acariciara el balón y marcara. Mijatovic lanzaba los brazos al cielo y le dedicaba el tanto a su hijo Andrea.
Mijatovic quería marcar en Mestalla porque estaba harto de tanta polémica sobre su pasado (escuchó algunos siblidos, pero por el general el valencianismo firmó las paces con él), y también porque quería dedicárselo a su hijo Andrea, que vive aquí debido a sus problemas de salud. Por la mañana, Mijatovic recibió en el hotel de concentración del equipo a su hijo. El pequeño provocó las lágrimas de su padre. Mijatovic decidió regalarle lo más preciado de sí mismo, un gol.
Raúl se fundió en un abrazo con su compañero cuando éste obtuvo su gol. "No hizo falta que nos dijéramos nada. Todo el equipo nos pusimos de acuerdo en intentar que fuera posible el sueño de Mijatovic, porque sabemos lo mal que lo está pasando". Raúl está convencido de que Mestalla es un talismán para él. Marcó con el Madrid el año pasado y con la selección. Por eso, no duda en afirmar: "Ojalá todos los partidos fueran siempre en Mestalla".
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