Dos niños acusan a su padre ante un tribunal de haberlos violado desde que tenían cinco y tres años,

Dos niños, que hoy tienen 10 y siete años de edad, relataron ayer ante un tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid, llorando, el calvario sexual al que, supuestamente, les sometió su padre durante tres años, entre 1992 y 1994. Los menores contaron también que su padre les amenazó con abandonarles y no darles de comer si contaban a alguien lo que les hacía.El juicio contra este padre se inició ayer en la Audiencia Provincial de Madrid, y en su transcurso se oyeron testimonios sobrecogedores de los menores. Los dos hermanos, por separado, detallaron cómo su progenitor comenzó a violarles analmente -cuando uno tenía cinco años y el otro sólo tres- durante los fines de semana que les tocaba estar junto a él. Los padres estaban separados.El padre negó todas las imputaciones de sus vástagos y las atribuyó a que pueden estar imbuidos por el conflicto matrimonial con su ex esposa. No obstante, se enfrenta a una petición del fiscal de 36 años de cárcel por tres violaciones e igual número de agresiones sexuales. Su abogada mantiene que las imputaciones son falsas y pide su absolución.

Los menores, casi siempre con la cabeza agachada y entre sollozos, coincidieron en que el padre consumó con ellos varias violaciones anales y que otras veces se limitó a tocarles sus partes. Los niños nunca se atrevieron a decirle nada a la madre por temor a las represalias. "Si decís algo os abandonaré y no os alimentaré. Tened en cuenta que yo puedo oírlo todo a través de las paredes", les decía el padre para amedrentarles. "También decía que las ratas nos comerían si comentábamos algo", indicó nervioso y entre llantos el mayor de los hermanos. El terrible sufrimiento duró varios años y las secuelas aún persisten en ellos, según dejaron entrever en sus respuestas a los abogados y al tribunal. El presidente de la sala charló con ellos en tono cordial para intentar tranquilizarles.

El hijo mayor aseguró que delante de él su padre violó analmente a su hermano. Y que otras veces, sobre todo mientras se duchaba, hizo lo mismo con él. "Yo no sabía si aquello que hacía conmigo y con mi hermano estaba mal o bien, aunque a mí me daba vergüenza refirió el mayor sin dejar de llorar.

Películas violentas

La madre de los niños -a la que siempre ocultaron lo que, presuntamente, les hacia el padre- fue la primera en sospechar que algo extraño les pasaba a sus hijos cada vez que iban a casa del padre: tenían pesadillas y con frecuencia soltaban expresiones excesivamente obscenas para su edad. Preocupada, la madre les llevó a una psicóloga, quien, tras algunas charlas con ellos, descubrió que detrás de aquellos tacos y anómalo comportamiento se ocultaban agresiones psíquicas y sexuales por parte del padre.Antes de acudir con los niños al psicólogo, la madre leyó algunas cartas que en ocasiones su ex marido había enviado a los dos menores, y en las que mencionaba episodios de revistas pornográficas, dejando entrever que las habían visto juntos, citaba el nombre de una prostituta de novela llamada Clara y escenas de películas violentas.

El juicio proseguirá hoy en la Audiencia Provincial de Madrid, con el testimonio de las psicólogas judiciales que estudiaron a los menores.