Todo bajo control
Los organizadores de la Copa Ryder no están dispuestos a permitir que ningún contratiempo empane el desarrollo de un evento deportivo que congregará a 27.000 espectadores diarios en el campo de golf de Valderrama y congregará a otros 600 millones de almas en tomo a la televisión. Nada se ha dejado a la improvisación. Todo está medido, controlado y calculado al milímetro. Desde la eventualidad de un atentado terrorista hasta la posibilidad de que una espectadora se ponga de parto en medio de un partido crucial.En el aspecto de seguridad, por ejemplo, en los próximos cinco días se podrá decir que Sotogrande es el pueblo de España con más policías por metro cuadrado. Según los datos facilitados por la Delegación de Gobierno en Andalucía, habrá 650 agentes del Cuerpo Nacional de Policía y 250 guardias civiles, más un número indeterminado de policías de paisano, y contarán con todos los medios imaginables: cientos de vehículos terrestres, un helicóptero y hasta 24 caballos. El celo desplegado por este dispositivo no se puede cuestionar: ayer, una placa de matrícula defectuosa en un coche aparcado en la zona vips provocó el estado de sitio del aparcamiento durante media hora. Al final, el dueño tuvo que explicar que, al renovarla, le habían grabado una letra V que leía como una U.,
Tampoco se han escatimado medios a la hora de velár por la salud de las 30.000 personas, entre espectadores, competidores y periodistas, que coparán a diario Valderrama,. Fuera del recinto, correrá a cargo de Protección Civil, pero dentro se le ha encomendado a dos empresas privadas que ha enviado a más de 100 médicos de todas las especialidades, ha plantado cuatro UVI fijas, y tiene pululando otras tantas UVI móviles y un helicóptero para atender cualquier indisposición. "Lo único que podría sorprendemos es un terremoto, pero no parece probable que se produzca", se jactaba su responsable hace unos días, en la del dispositivo.
Éxito asegurado
A falta de que en lo deportivo la Ryder de de sí todo lo que se espera, el éxito del torneo en cuanto a afluencia está asegurado. Las 27.000 entradas que salieron a la venta en enero, al precio de 30.000 pesetas el paquete completo -tres días de entrenamiento y dos de competición-, se agotaron a finales de ese mismo mes. En la reventa, los precios del paquete están superando las 150.000 pesetas, y no se ofrecen bajo cuerda,, sino por medio de anuncios en los periódicos o a través de Intemet.Pero los precios de las entradas son casi un regalo al lado de los de los alojamientos. Una semana de estancia en Sotogrande o en cual quiera de los municipios cercanos a Valderrama puede superar tranquilamente el millón de pesetas. Los vecinos de Sotogrande que en su momento no se decidieron a ceder sus casas a la agencia que centralizó la gestión de los alojamientos hace dos años, se tiran ahora de los pelos y luchan por coger tajada. Pero les queda poco mercado, porque la veda de alquileres se cerró hace meses.
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