Jankula y el factor campo

Un tipo rubio, bajito y muy rápido. El peligro de Eslovaquia, según han podido descubrir los seleccionados a partir de sus particulares fuentes de información, responde a esa descripción. Y ese número nueve, rubio, bajito y rápido no es otro que Jankula, un delantero que juega en la Bundesliga, en el Fortuna de Dusseldorf, y que se ha convertido en la referencia a temer del penúltimo obstáculo que se encontrará España en su camino hacia el Mundial 98. Jankula y el poder de los eslovacos como equipo local: en casa no han perdido.Una cosa tienen clara los españoles. El equipo que salió goleado el 13 de noviembre de 1996 de Tenerife (4-1), no es el mismo que les recibirá mañana. Al menos, lo que han visto en los últimos días por televisión -el Eslovaquia-República Checa (2-1) y el Eslovaquia-Yugoslavia (1 - l), no se parece en nada a lo que vivieron aquella jornada otoñal en la que el grupo de clasificación para el Mundial 98 daba aún sus primeros pasos.

Ha pasado menos de un año de aquello, pero los jugadores sostienen que la Eslovaquia actual es otra Eslovaquia. Bueno, no todos. Alfonso, por ejemplo, no, más que nada porque reconoce no conocer apenas a su inminente adversario (no vio los partidos televisados antes mencionados) y tampoco recuerda prácticamente nada del encuentro de la primera vuelta: "Yo, la verdad, me fijo muy poco en los demás equipos. Me espero a ver el vídeo con el seleccionador y a recibir la información que nos de. Sé que les ganamos 4-1 en Tenerife, pero no recuerdo nada de aquel día".

Otros, como Santi y Aguilera, sí presenciaron por la televisión los recientes encuentros de los eslovacos, pero como meros espectadores, por puro entretenimiento. No sospechaban que iban a ser convocados y, claro, no se preocuparon de analizar las cualidades del que desconocían iba a ser ahora su rival. Con esa visión de simple aficionado, Aguilera sitúa a Eslovaquia en la categoría de "equipo difícil de batir" y Santi, en la de "conjunto muy fuerte y muy agresivo".

Tampoco prestó demasiada atención a Eslovaquia Amor, que confesó haber seguido su duelo ante Yugoslavia ",simplemente a ratos". Ni Luis Enrique, que afirmó haber visto "sólo un poco". Con todo, al asturiano le preocupa que Eslovaquia "no contara para nadie al principio y ahora se le encuadre como un rival importante".

Fernando Hierro, en cambio, que se devoró tanto el partido ante los checos como frente a los yugoslavos, tiene memorizado a los eslovacos: "En ambos encuentros demostraron ser un buen equipo, mucho mejor que el que nos visitó en Tenerife. Probablemente porque entonces no tenían todavía un bloque tan formado y los jugadores apenas se conocían. Contra los yugoslavos, después del 1-0 pudieron hacer dos o tres goles más. Son un conjunto bastante hecho".

Pizzi sólo recuerda haberles visto, ante Yugoslavia: "Jugaron para ganar por 1-0, a la defensiva y a la contra, y les salió. Sólo la calidad individual de Mihailovic en una falta les rompió los planes a última hora". Kiko los vio las dos veces y habla de los eslovacos como "un equipo que ha mejorado, rápido, fuerte, y que ante su gente se crece". "Son muy trabajadores", añade Oli, que no sólo se apoya en el sorporte televisivo, sino en lo que ha leído en los periódicos y lo que le contó su ex compañero Dubovsky, "muy bulliciosos y hasta poseen detalles técnicos. Y nadie les gana en su campo".

Cuando se pregunta por un jugador todos señalan a Jankula. No siempre nombrándole, pero aportando siempre datos que le hacen reconocible. Cañizares lo siguió atentamente en el Eslovaquia-Yugoslavia: "Hay uno rubio que juega fenomenal. No me acuerdo de su nombre, pero su cara la tengo muy marcada. No me cogerá de sorpresa". Amavisca prefirió la referencia numérica: "El nombre no lo sé. Pero hay dos, el 9 y el 11 (Majoros y Jankula), que son muy pequeñitos y muy peleones. El míster ya los tiene fichados".