De la A a la Z

Bratislava será el punto de encuentro entre dos generaciones cuya meta es el Mundial de Francia 98. En un polo está Aguilera, junto a Santi y Oli, inéditos en la selección española, y en el otro se distingue a Zubizarreta, el capitán. Es un recorrido de la A a la Z con todas las letras.Zubizarreta igualará mañana la marca de uno de sus ídolos, Pat Jennings el portero de Irlanda del Norte, con 119 partidos internacionales, y se situará a tres del alemán Lothar Matthäus. A un mes de cumplir los 36 años, el meta vasco del Valencia está en disposición de atrapar a otro ilustre centenario, el inglés Peter Shilton (125), aunque queda a 20 del veterano portero del Gotemburgo, el sueco Thomas Ravelli, líder de los europeos.

"No reparo en la estadística sino que sólo soy consciente de los números cuando nos dan la lista de convocados y, al lado, el número de convocatoria", apunta Zubizarreta. "Lo que sí retengo en la mente son momentos y escenarios puntuales". Y, entre ellos, está el último Mundial de México, cuando le pidió la zamarra a Pat Jennings, después que España derrotara a Irlanda del Norte (2-1). "La de Jennings es una de las seis camisetas que guardo y, por eso, la cifra de 119 tiene su encanto". "Fue un portero que marcó una época", recuerdo, "y que asocio a otros metas como Iríbar o Zoff, gente cuyo estilo de juego fue un referente".

Sucesor de Arkonada (68 partidos), Zubizarreta es el español que más veces ha sido internacional, por delante de Camacho (81) y Gordillo (75) y del propio ex portero de la Real Sociedad (68) y de Iríbar (49). Desde su debú en Alicante ante Finlandia (3-1), el 23 de enero de 1985, ha jugado 118 encuentros y encajado 91 goles. "Hoy tengo la misma ilusión por jugar el Mundial 98 que en su día la tuve por el de México o Italia", advierte. "Y luego ya será el momento de evaluar la situación".

La derrota en Wembley frente a Inglaterra en la Eurocopa 96, escenificada en la imagen del capitán español, desencajado, con el cuerpo en cuclillas y el rostro lloriqueante tapado por sus enormes manos, pareció apuntar la posibilidad de un adiós. Zubi, sin embargo, simplemente quiso decir entonces: "¿Merece la pena seguir después de todo lo que ha pasado? Recuerdo un ambiente muy negativo, una competición dura y una derrota dolorosa".

Fue la reflexión del capitán. Nada que ver con la situación personal que vivió cuando fue expulsado contra Dinamarca y, acto seguido, se cuestionó su titularidad en el Mundial 94. "Los planteamientos de futuro hay que hacerlos al final de un ciclo como puede ser tras una Eurocopa o un Mundial", apunta. "Es entonces cuando uno debe decidir si está dispuesto a asumir lo que venga durante otros dos años o no".

"Una persona como Zubizarreta tiene el mismo trato conmingo, que acabo de llegar, que con otro que ya lleva muchos partidos". El mensaje del capitán es recogido con respeto por Aguilera. "La selección es, ciertamente, un equipo", agrega el lateral que estrena internacionalidad. "Uno no se pierde en este grupo. Nadie le pide que demuestre nada como futbolista sino que convenza con su actitud, y por eso se te arropa. Y es porque el ambiente es tan bueno que hay incluso gente que llega tocada, pensando que se recuperará a tiempo".

- "Hay un dato muy significativo", puntualiza otro debutante como Santi. "La imagen que uno tiene de la selección desde fuera es la misma que se encuentra cuando está dentro. Y ese es el secreto". El discurso de los nuevos es ya él mismo que el de los viejos.