Sainz triunfa en Indonesia y vuelve a apuntar al título

Las ocho de la mañana. Suena el teléfono en una casa de las afueras de Madrid: "Misión cumplida. Hemos ganado el Rally de Indohesia". Juanjo Lacalle, fiel consejero de Carlos Sainz, despertó con buenas nuevas a la esposa del bicampeón. El marido de Reyes acababa de lograr su segunda victoria de la temporada para recuperar la opción de pelear por el título mundial. No resultó un triunfo sencillo, tuvo que batirse hasta el último kilómetro frente al finlandés Juha Kankkunen, su compañero en el equipo Ford. Al final, Sainz se impuso por sólo 16 segundos y ahora queda a 8 puntos del líder del Mundial, el también finés Tommi Makinen (Mitsubishi), cuando faltan por disputar tres rallies. Todo es posible.Sainz se había quedado la víspera sin competencia ajena. Tras los abandonos de Makinen y del escocés Colin McRae (Subaru), pretendía un día tranquilo, sin lucha fraterna, sin sobresaltos.Susto final

El tercer clasificado, el sueco Kenneth Eriksson (Subaru), circulaba a más de un minuto, y Sainz quería recorrer la última etapa del Rally de Indonesia con calma para disfrutar de una victoria importante y merecida. Pero no fue así. Ni Kankkunen se resignó a que su jefe ganara, ni éste se ahorró el susto habitual de cada final de rally.Faltaban tres tramos para visitar el podio cuando Sainz creyó que su fortuna volvía a torcerse. Como en Nueva Zelanda, como en Finlandia. Esta vez no tenía forma de oveja, ni de diferencial, como en las últimas carreras. La angustia para las horas finales del rally la traía una rueda del Escort, la delantera izquierda. "Pinchamos y no se activó la mousse [espuma interior] que rellena el neumático", explicó. "Durante 10 kilómetros rodamos sobre la llanta y creí que habíamos dañado la dirección. Pensé que otra vez nos tocaba mala suerte".

Después de revisar él mismo la mecánica -no estaba autorizada la asistencia-, salió al siguiente tramo cruzando los dedos para que el coche aguantara, y respiró cuando supo los tiempos. Apenas perdió tiempo respecto a Kankkunen; había salvado la situación de peligro. Pero el rally no estaba sentenciado. Le faltaba derrotar al finés, empeñado en recordar viejos tiempos. Hubiera parecido lógico que el equipo Ford detuviera una lucha arriesgada para asegurar el doblete. Sin embargo, no impidió que sus dos pilotos corrieran más que nunca en la parte final de la carrera.

"No entiendo por qué se deja llegar a una situación así", dijo Sainz. "Después de sobrevivir a todas las dificultades de la carrera, teníamos asegurado un resultado muy valioso; ninguna otra escudería podía atacarnos, pero no hemos aflojado el ritmo. En la última cronometrada incluso he estado a punto de volcar".

Pero el Ford número cinco llegó el primero a la meta, como ya había hecho este año en el rally Acrópolis, y su piloto sumó la segunda victoria en Indonesia, su territorio talismán. Nadie más ha ganado esta carrera en sus dos años de vida en el Mundial. Fue también el segundo doblete de la escudería Repsol-Ford en 1997 y la 20a victoria del historial de Sainz, que le coloca segundo en la clasificación de los rallies, a sólo una de su amigo Kankkunen.

Pero la mejor consecuencia del éxito conquistado en Indonesia se refleja en la clasificación del Campeonato del Mundo. Sainz vuelve a contar en la lucha por el título. Su tercera corona sigue siendo posible este año. Faltan todavía tres pruebas para la conclusión y todo puede suceder.

Seat triunfa

El finlandés Harri Rovanpera y el alemán Erwin Weber completa ron el día victorioso del automovilismo español en Indonesia al llevar a la meta del Medan los dos Seat Ibiza inscritos por el equipo oficial de la marca de Martorell Se clasificaron séptimo y noveno, respectivamente, y con ese resulta do dejaron a Seat en el umbral de revalidar el título mundial de la categoría reservada a coches con dos ruedas motrices y motor sin turbo de hasta dos litros de cilindrada.

La firma española se plantea dar el salto la próxima temporada a la máxima categoría con un Córdoba world rally car, igual que también harán Peugeot y Hyundai, para batirse frente a los actuales Ford, Subaru, Mitsubishi y Toyota. La lucha por el Mundial de constructores vuelve a apetecer a muchas marcas. Precisamente el resultado registrado ayer en Indonesia pone la clasificación de este año de un rojo intenso: manda Subaru con un punto de ventaja sobre Ford y nueve sobre Mitsubishi.