Seis muertos y 170 heridos al embestir un tren de pasajeros a uno de mercancías cerca de Londres

Seis personas murieron ayer y más de 170 resultaron heridas, 13 de gravedad, cuando un tren de pasajeros procedente de Swansea (Gales) chocó a 15 minutos de su destino, en el oeste de Londres, con uno de mercancías. El primero, lleno hasta los topes (viajaban políticos y periodistas que regresaban del referéndum galés), circulaba, según la policía, a unos 144 kilómetros por hora. El de carga no atravesó a tiempo la vía para entrar en una lateral. Los servicios de urgencia fueron alertados y helicópteros y ambulancias permanecieron a disposición de los heridos.

"Hubo un frenazo, un estallido y una bola de fuego", acertó a decir Joginder Bhatia, un testigo presencial. El accidente se produjo a las 13.30 horas, cuando al Intercity 125 le faltaban pocos minutos para entrar en la estación londinense de Paddington. Debido a la fuerza del choque, ambas locomotoras se incendiaron. El fuego fue apagado a los pocos minutos por los bomberos. Muchos de los heridos tuvieron que ser extraídos, del amasijo de hierros con la ayuda de sierras mecánicas. Algunos pasajeros presentaban fracturas, cortes por rotura de cristales, quemaduras y fuertes contusiones.Los cuerpos de los fallecidos fueron hallados tanto fuera de la vía como en el interior de los vagones. Nick Sutton, que trabaja para la BBC, dijo ayer que saltó fuera de su vagón y vio cadáveres atravesados en los raíles. Su colega, Mark Cole, recordó haber notado algo parecido a un acelerón "y de repente todo se sembró de cristales y chatarra". Una auténtica flota de ambulancias acudió enseguida al lugar del accidente. Los hospitales cercanos, situados en un radio de cinco kilómetros, tienen gran experiencia en estados de emergencia, dada la proximidad del aeropuerto londinense de Heathrow.

Los heridos leves o en estado de choque fueron devueltos a sus hogares a primera hora de la noche. Taxis y autobuses de servicio regular, preparados a tal efecto, les acompañaron. Uno de los supervivientes, Manjit Singh, señaló ante las cámaras de la BBC que vio la locomotora en llamas mientras la gente gritaba pidiendo auxilio. "Noté que todo se encogía y retorcía y olía a fuego por todas partes", señaló.

Inspectores de policía, del servicio ferroviario y del de seguridad viaria reconocieron ayer que pasará cierto tiempo antes de que puedan aclararse las circunstancias del choque. El conductor del Intercity fue detenido y se estudia si ha podido cometer un homicidio involuntario. Algunos pasajeros creyeron notar que el Intercity aceleraba antes de chocar. Otros aseguran que vieron el semáforo en verde cuando el mercancías aún estaba cruzando. Los ferrocarriles han reconocido que los trenes de carga suelen atravesar las vías en pleno día. Una práctica que ahora, tras el accidente, será revisada.

Tanto el primer ministro laborista, Tony Blair, como su número dos y ministro de Transportes, John Prescott, dieron el pésame a las familias de los fallecidos. Ambos alabaron a los servicios de urgencia. "Es pronto aún para especular", aseguró Prescott. "Ya he pedido un informe".