Acabar con las minas
EL ACUERDO alcanzado ayer en Oslo debería poner en marcha una dinámica que lleve a la prohibición global y absoluta de esas armas inhumanas que son las minas antipersonas. Aceptar excepciones como las que proponía Estados Unidos para la península coreana hubiera desvirtuado un acuerdo de elevado contenido moral, que ha de servir de catalizador para que los Estados reticentes renuncien a estas armas.Los principales países productores -China, Rusia, India- no participaron en este proceso negociador que promovió Canadá, ante la imposibilidad de llegar a una prohibición de estas armas en la Conferencia de Desarme en Ginebra, y al que se sumó tardíamente EE UU. Pero al menos los numerosos países que en diciembre firmarán este acuerdo habrán dado un paso decisivo para no emplear, producir, almacenar o vender "en ninguna circunstancia" estas armas que matan o mutilan cada semana a 500 personas -50 de ellas, actualmente, en Bosnia-, en guerra o en paz. Nueve de cada diez víctimas son además civiles no combatientes.
El nuevo tratado entrará en vigor en cuanto lo hayan ratificado 40 países, y todo Estado que quiera retirarse de él no podrá usar minas hasta seis meses después de anunciarlo o, en situación bélica, hasta acabar la guerra. El- proceso de Ottawa ha llevado ya a países como Bélgica o Francia a renunciar a este tipo de armamento barato de plantar, -pero muy caro de desactivar después. El tratado acordado ayer va mucho más allá de otros anteriores, como el que suscribieron 53 Estados en 1996.
La actitud de España en Oslo ha sido confusa. Bajo la apariencia de buscar un acuerdo más amplio pero más laxo, la delegación española parecía estar defendiendo la posibilidad de seguir usando minas en casos excepcionales, como en la defensa de Ceuta y Melilla ante un eventual ataque por tierra. Un absurdo. El Gobierno se ha comprometido ahora a suscribir plenamente este acuerdo, y responder así a la petición unánime del Congreso de los Diputados en febrero de este año, de una prohibición total de este tipo de minas por parte de España. Bienvenida sea la aclaración del Ministerio de Defensa, si España contribuye también así a cerrar este capítulo.
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