Rojo dice que la convergencia ha debilitado la atención a problemas de resolución mas ingrata

El gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, afirma, en el prólogo del libro España en la nueva Europa, que el proceso de convergencia "ha debilitado la atención convergencia tengan un éxito permanente ( ... ) si actitudes, instituciones y mercados no registran modificaciones y reformas favorables al logro de los objetivos últimos perseguidos".

Luis Ángel Rojo ha aprovechado el libro España en la nueva Europa, escrito por la catedrática Carmela Martín y editado por la fundación de las cajas de ahorros y Alianza Editorial, para lanzar el debate sobre los efectos o las consecuencias negativas del proceso de convergencia.En opinión del gobernador, que no asistió a la presentación del libro, las políticas de convergencia "no bastan para alcanzar los objetivos de estímulo y flexibilización de las economías del área que constituyen el núcleo de la gran estrategia en la que se insertan el Mercado Unico y el proyecto de Unión Monetaria".

"Y es incluso dificil", subraya, "que esas políticas de convergencia tengan un éxito permanente, en sus propios términos de estabilidad fiscal y monetaria, si actitudes, instituciones y mercados no registran modificaciones y reformas favorables al logro de los objetivos".

Flexibilidad laboral

Rojo no entra en qué reformas se han de acometer, pero la autora del libro considera que es necesario dotar de una mayor flexibilidad el mercado laboral.

El máximo responsable del banco emisor continúa su reflexión advirtiendo que "la atención dominante prestada, durante estos años, al cumplimiento de los criterios de convergencia como llave que ha de abrir a los aspirantes el acceso a la Unión Monetaria ha dificultado, sin embargo, la comprensión de la interrelación compleja de los problemas europeos". "No cabe duda", prosigue, "que la insistencia en dichos criterios ha tenido efectos favorables -por ejemplo, ha hecho conscientes a las sociedades y los gobiernos de la situación insostenible a la que habían llegado la finanzas públicas-; pero también ha generado consecuencias negativas".

Y destaca la siguiente: "El planteamiento de la convergencia como un esfuerzo a fecha fija ha debilitado la atención prestada a horizontes más dilatados y a los problemas más difíciles y de resolución más ingrata; y, al mismo tiempo, ha llevado, en muchos casos, a atribuir a las políticas de convergencia males de las economías europeas, al frente de ellos el desempleo, que responden a otros orígenes".

Carmela Martín realiza, en su trabajo, un análisis comparativo de la evolución, en los diez últimos años, de las economías española y europea. La catedrática destaca que en ese periodo, España ha conseguido reducir en siete puntos porcentuales el diferencial negativo en el PIB per cápita respecto al conjunto de Europa. No obstante, remarca que España tardaría 35 años en alcanzar los niveles medios de bienestar europeos.

Martín, como Rojo, insiste en que "los éxitos obtenidos en el terreno de la convergencia nominal no pueden ocultar la persistencia de estos problemas de estructura real".