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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Desacuerdo

Ayer, al leer el artículo del domingo 31 de agosto titulado Atenas, tres islas en un solo día, me quedé estupefacta, y quisiera hacer las siguientes observaciones:Soy una española afincada en Atenas desde hace 18 años y creo conocer bastante bien algunas de las virtudes y defectos de Grecia. Quizá porque me siento un poco griega, soy capaz de criticarla de la cruda manera en que lo haría un nativo, pero estoy en total desacuerdo con la imagen hostil de este país que el periodista muestra en su crónica.

Precisamente ayer escribí una carta a un amigo en la que describía la isla de Egina como un paraíso. Viajé el 29 de agosto en un, transbordador de línea, hice una travesía de lo más agradable, con muy poca gente a bordo; a la hora del crepúsculo, el mar parecía una balsa de plata, y una brisa templada te, acariciaba el cuerpo. Cené con unos amigos en una taberna a la orilla del mar, en un marco incomparable: las mesas iluminadas con velas, poca gente, silencio, buena comida y además barata. Recuerdo que los que allí estábamos comentamos lo afortunados que éramos de poder disfrutar de aquellos placeres y por tan poco dinero. Por eso me sorprende aún más el tono negativo e irónico del señor Carrión.

Es cierto que en cruceros de tres islas en un día no se puede llegar a conocer ninguna de las tres, y son muchos los inconvenientes y las molestias. Pero me parecería más serio, más profesional, criticar este tipo de viajes y ofrecer al lector una alternativa que le ayude a disfrutar mejor de sus vacaciones.

Tengo que insistir en que la isla de Egina, a la que él denomina alegremente "horror inmobiliario", es un lugar agradable, con una bonita geografía y algunas calas preciosas para darse un baño; que tiene un puerto acogedor al que ya quisieran parecerse algunos de los engendros artificiales creados para solaz de la jet sureña española.

Que, junto a algunos edificios feos o sin gracia en el interior de la ciudad, dispone de muchas casas dignas de admiración, eso sin tener en cuenta el magnífico templo dórico de Afaya, situado en un paraje mediterráneo incomparable.

De la isla de Hydra tan sólo recuerda los gatos, aunque no puede dejar de afirmar que es maravillosa, y de la de Poros se limita a hacer una ironía utilizando a Henri Miller.-

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