Anulada una condena de cárcel por "indefensión" de la acusada
El Tribunal Supremo ha decidido anular una condena de dos años y cuatro meses de cárcel por haberse conculcado el derecho constitucional que tiene todo ciudadano a ser defendido "por un abogado de su confianza". Lo llamativo de este caso es que la acusada, María Francisca S. Q., sí disponía de un letrado, si bien fue juzgada en el Supremo con uno de oficio que le fue impuesto al creer los jueces de este tribunal que carecía de abogado defensor propio.La anulación de esta sentencia implica que tendrá que celebrarse un nuevo juicio, que, esta vez sí, se hará con el abogado elegido por la acusada. El letrado es Julián Carlos Ríos. También implica un alivio, al menos momentáneo, para María Francisca, pues la sentencia anulada significaba que debía ingresar de inmediato en la cárcel.
El caso de María Francisca es un tanto peculiar. Se abrió contra ella un proceso penal por haberle hecho llegar a su hermano, internado entonces en el hospital de Carabanchel, una papelina oculta en una toalla. El hermano la había amenazado con suicidarse si no camuflaba la papelina en la toalla y se la hacía llegar.
La Audiencia de Madrid decidió absolverla tras aplicarle la eximente de estado de necesidad. Es decir, entendió que la chica había actuado así para evitar un mal mayor: el posible suicidio de su hermano. Y que la amenaza era creíble por cuanto en el historial del hermano, efectivamente, aparecían varios episodios de intento de suicido. Al fiscal no le pareció bien la absolución y presentó un recurso ante el Tribunal Supremo, que revocó el fallo y optó por condenarla a dos años y cuatro meses de cárcel. Ahora será, juzgada de nuevo en el Supremo.
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