Las obras de Virgen del Puerto
En esta sociedad, superinformada de todo cuanto ocurre al minuto, parece que no nos queda tiempo para recordar nada de lo que se ha dicho o ha pasado hace tan sólo unos meses. Viene esto a cuento del estado en que han dejado el parque situado en el paseo bajo de la Virgen del Puerto tras las obras de la línea 6 de Metro y la remodelación de la línea 10 para que llegase al intercambiador de transporte de Príncipe Pío.Hace dos años, la polémica sobre cómo resolver este último trazado suburbano llenó páginas y páginas en la prensa, informativos radiofónicos, y algún que otro espacio televisivo. Decían entonces nuestros actuales gobernantes del PP que de ningún modo permitirían la pérdida de árboles en un jardín de la Casa de Campo afectado por las obras, que no habría puente sobre el Manzanares...
Pues bien, meses después de finalizadas las obras, nos encontramos con un paraje desolador donde antes había un parque entrañable, lleno de árboles y, por tanto, de sombra y frescor, con un parque infantil en el que jugaban decenas de niños. Lo que ha quedado es una calle recién asfaltada que no lleva a ninguna parte, árboles muertos y barro, mucho barro.
Las obras de infraestructura del transporte público son buenas para todos, pero no se deben dar por concluidas sin reparar la zona donde se han llevado a cabo. -El añorado parque debiera ser repuesto, plantando los árboles necesarios, los arbustos y jardines correspondientes, instalando un nuevo parque infantil moderno, rehaciendo sus caminos... Todo ello no hubiese supuesto un 0,01% del presupuesto total de las obras y, sin embargo, se ha optado por dejarlo como un solar.
Invito a los vecinos de Madrid a comprobar el estado actual de este parque para que de paso reconozcan la demagogia que nuestros gobernantes utilizan cuando dicen defender el medio ambiente.-
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