El PSOE pacta con el PP que lospartidos puedan recibir dinero de empresas
El interés del PSOE por llegar a un acuerdo con el Partido Popular (PP) sobre una nueva norma que regule la financiación de los partidos le ha hecho olvidar arraigadas posiciones y avenirse, en buena medida, a lo que quiere el PP. Los socialistas aceptan la percepción de dinero de empresas y no sólo de personas. Es más, una vez abierta la brecha intentarán convencer a los demás para que no pongan tope a las donaciones con el argumento de, que serán tan pocas que no hay que cercenar el hecho excepcional de que un particular o una empresa quieran ayudar a un partido.
El PSOE dice que sabe de lo que habla porque durante 1996 recibió sólo 19 millones de pesetas, al amparo de la actual legislación que permite un millón por persona, la mayoría procedente de testamentos de veteranos socialistas exiliados tras la guerra civil.Pero lo sustancial está resuelto. Las previsiones son que tan sólo se necesitarán un par de reuniones formales en la Comisión Constitucional del Congreso para que todos los grupos parlamentarios firmen una proposición de ley sobre financiación de partidos políticos.
Las negociaciones fuera del Congreso han fructificado y, sobre todo, el PSOE ha derribado su última muralla: su negativa a aceptar dinero de las empresas. La dirección socialista ha tomado ya esta decisión según confirma a este periódico el ponente de esta proposición de ley, Francisco Fernández Marugán. "El acuerdo va a ser una realidad una vez que hemos aceptado las donaciones de empresas", afirma.
Conocer identidad y cantidad
Este político tiene como obligación defender tres condiciones para que el acuerdo sea completo: que se conozca la identidad del donante; que se conozca la cantidad entregada y que sea ingresada en una cuenta especial en cualquier entidad bancaria para que el Tribunal de Cuentas pueda fiscalizarla con facilidad.
Los socialistas han pasado de rechazar las donaciones de las empresas a aceptarlas sin límite; eso sí, exigen total transparencia. Este punto es el que aún queda por negociar con el Partido Popular, que defiende un tope de 15 millones de pesetas por persona física o jurídica y año.
Fernández Marugán explica que, a pesar de las apariencias la posición de su partido, se puede comprender perfectamente. "Son tan pocas las donaciones que vendrán que no hay por qué cercernar la voluntad de un particular o una empresa, que quiera dar a un partido, por ejemplo, 50 millones de pesetas". Los socialistas recuerdan que no hay topes en la recepción de dinero de Organizaciones No Gubernamentales o sindicatos.
Hay acuerdo también en que haya desgravaciones fiscales tanto para personas como para empresas, tal y como ya existe para entidades sin ánimo de lucro. Un 20% es la cantidad pactada. El PSOE reconoce que tiene ciertos problemas de tesorería, pero presume de que el contenido de sus cajas de caudales es público. Así es precisamente desde que saltó el caso Filesa, cuyo juicio acaba de comenzar, y desde que Fernández Marugán se hizo cargo de las finanzas del partido.
En los últimos 6 años la dirección del PSOE muestra sus cuentas. "Sólo para el PSOE se ha parado el reloj; a los demás no se les exige que enseñen sus cuentas", lamenta Fernández Marugán. "Algún día me gustaría conocer el empleo de los recursos de los demás partidos", insiste con cierta amargura. Aun así, el PSOE seguirá enseñando sus cuentas año tras año, ahora bajo la responsabilidad del secretario de Organización, Ciprià Ciscar.
A pesar de estos lamentos, el PSOE quiere que todos los partidos se unan en torno a la nueva ley para intentar "pasar página". Una tarea perentoria es la de conseguir para los partidos "el respeto y la consideración" de los ciudadanos, habida cuenta de que. los partidos constituyen la columna vertebral del sistema democrático en España. Es verdad que el caso Filesa y otros -aquí Marugán recuerda los que afectan al Partido Popular- han causado "alarma social". Por eso, dice, hay que afrontar cuanto antes "con realismo jurídico, político y financiero este problema".
9.000 millones para todos
El problema al que se refiere Fernández Marugán es la asignación de recursos a los partidos. La financiación será "mixta" en términos teóricos, ya que se abre la puerta al dinero privado, pero lo cierto es que el peso del mantenimiento de los partidos seguirá dependiendo de los Presupuestos Generales del Estado de cada año. Las fuerzas políticas parlamentarias recibieron para este año 9.000 millones de pesetas, un 6% menos que el año anterior.
El PSOE asiste con resignación a la caída de sus ingresos, fruto de la menor percepción por representación electoral y por la disminución de la partida en los Presupuestos que afecta a todos los partidos. Este año la disminución presupuestaria ha sido de un 6%. No hay expectativas de que el Ministerio de Economía y Hacienda sea especialmente alegre para el año que viene en lo que presupueste para las fuerzas políticas.
Los ingresos de los socialistas para este año en curso han sido de 3.608 millones de pesetas, en tanto que en 1994 fueron de casi 5.000. En 1995 siguió el descenso hasta 4.388 millones, y en el 96 no superaron los 4.100. En el informe de gestión de la Secretaría de Administración y Finanzas se explican las razones de la caída de ingresos en cuatro años de 1.330 millones de pesetas. Sobre todo ha disminuido lo que se llama "extorno electoral", es decir, la cantidad que da el Estado por la obtención de actas de parlamentarios.
A la disminución de diputados y senadores en las tres últimas elecciones hay que añadir el golpe definitivo que supuso la pérdida de las elecciones y, por tanto, del Gobierno, en las elecciones del 3 de marzo de 1996.
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