UNA ESTUDIANTE DEMASIADO JOVEN
Gladys Pérez, una brillante estudiante de 19 años, que el pasado junio concluyó sus estudios de Técnico de Laboratorio en un instituto de Gijón (Asturias) con calificación de sobresaliente en todas las asignaturas, no podrá cursar los estudios de fisioterapia ni de enfermería en la Universidad de Oviedo, como era su deseo, por ser joven. Este año, las escuelas universitarias de la institución académica ovetense que imparten tales titulaciones, recibieron una amplia demanda de matrículas por parte de alumnos procedentes de Formación Profesional y que reunían igualdad de méritos, con una nota media de sobresaliente, para optar a las plazas que dichos centros reservan para este tipo de alumnos: el 30% de las plazas disponibles. Ante la imposibilidad de dar acogida a todos los candidatos con la máxima calificación, la universidad decidió aplicar un criterio de antigüedad, dando prioridad a los alumnos con mayor edad. Gladys, que se ha quedado fuera por ser la menor, presentó recurso, pero éste ha sido desestimado. La alumna, contrariada, afirma que de nada le ha servido ser una buena estudiante.-
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