La tregua entre el PRI y la oposición cierra la crisis constitucional mexicana
El fantasma de la crisis constitucional quedó finalmente conjurado en México después de que el gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la oposición pusieran fin, el domingo, al duelo sostenido por el control de la Cámara de Diputados. El Congreso surgido delas elecciones del pasado 6 de julio pudo celebrar ayer su histórica sesión inaugural en el plazo legal, después de que el PRI aceptara finalmente los órganos directivos aprobados por el bloque opositor, mayoritario en la nueva Cámara.
Fue un pulso de dos días en el que la aritmética y el sentido común acabaron por imponerse. Hasta la tarde del domingo, nadie sabía que iba pasar el lunes, día fijado para el arranque del nuevo periodo legislativo. Los cuatro grupos de oposición, que reúnen 22 escaños más que el PRI, habían constituido el sábado la Cámara de Diputados en una ceremonia calificada de "ilegal" por el partido gubernamental.Los legisladores priístas, por su parte, habían recibido instrucciones para hacerlo propio el domingo . Y mientras tanto el presidente Ernesto Zedillo, que debía presentar su tercer informe en la inauguración del Congreso, instaba a unos y a otros a llegar a un acuerdo. La oposición, aliada en un pacto sin precedentes, se mantuvo firme hasta el final: las elecciones del 6 de julio habían dado como fruto un nuevo equilibrio de fuerzas que debía respetarse. La dirigencia del PRI, en la cuerda floja, esperaba instrucciones del Gobierno mientras mantenía a sus legisladores concentrados en hoteles de la capital.
Unas cuantas llamadas de Emilio Chuayffet, secretario de Gobernación (ministro del Interior), desatascaron la situación el domingo. A las ocho de la tarde, y después de haberse reunido con sus colegas dé oposición, el coordinador parlamentario priísta, Arturo Núñez, anunciaba que su partido aceptaba la Cámara instalada el sábado. "No se trata de ver quién es el más terco", dijo Núñez, "sino de anteponer los intereses de la patria a los del partido".
En una entrevista televisa da por la noche, Núñez abundó en esta argumentación "México es fruto de tres revoluciones, y las consecuencias de una revolución son 'o tú o yo'. La democratización que estamos viviendo implica trabajar sobre el principio del "tú y yo".
Numerosos diputados del PRI se preguntaban por qué, si esos eran los principios rectores del comportamiento del partido, se había tenido que entrar en ese tira y afloja desgastante para todos. La cuestión quedó sin respuesta. El caso es que ayer, a las once de la mañana, todos los legisladores acudieron al Palacio de San Lázaro, engalanados y ojerosos, después de dos días de reuniones interminables. Los diputados del PRI tomaron posesión de sus escaños ante el resto de los compañeros, que ya lo habían hecho el sábado.
Mientras tanto, el nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Munoz Ledo, jefe del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), preparaba la respuesta al informe que Zedillo presentaría por la tarde (madrugada en España).
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