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FÚTBOL. PRIMERA JORNADA DE LIGA

El Mallorca gana con orden y sacrificio

Un gol de Cáceres en propia puerta al final del partido condena a los valencianistas

Una acción desafortunada de Cáceres en los últimos minutos del partido dio el triunfo al Real Mallorca ante el Valencia y permitió a los rojillos sumar sus tres primeros puntos en Primera División. Un final trágico para el equipo de Jorge Valdano que quizá no mereció salir derrotado del Luis Sitjar, aunque tampoco habría sido justo que regresara con una victoria.El Valencia sucumbió ante el orden y la disciplina táctica del Mallorca y no supo responder a las expectativas creadas en torno al segundo proyecto Valdano. Los valencianistas se mostraron como un equipo corto de miras, más propio para practicar el futbolín que para realizar un juego armado y homogéneo, tal como prevé su anunciada candidatura al título de Liga. Hizo agua en el medio campo pese a la excelente actuación del ex azulgrana Gerard -sin duda el mejor de su equipo en Mallorca- y VIaovic no hizo olvidar a Romario en el eje del ataque.

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El sacrificio, el orden y las ganas que puso el Mallorca en la primera mitad fueron argumentos suficientes para dejar al descubierto las limitaciones del Valencia de Valdano.

El gol madrugador de Amato (m. 5) también contribuyó al despiste general que reinó en las filas visitantes durante todo este periodo, pero de ninguna manera puede justificar la patética imagen que dieron los valencianistas.

El Mallorca perdonó el segundo tanto en el minuto 23, cuando Moya no supo resolver ante Zubizarreta y a raíz de esta jugada el Valencia inició su reacción. El equipo que dirige Héctor Cuper había mostrado una gran imagen, la misma que mostró en la pretemporada, pero no estaba preparado para jugar con tanta comodidad. La base del conjunto balear formada por seis ex valencianistas (Campo, Romero, Engonga, Moya, Escurza y Gálvez) que fueron fichados de una sola tacada el pasado verano estaba saboreando la venganza -era el partido del morbo-, aunque el Valencia no había dicho la última palabra.

Resurgió Burrito Ortega y tanto Milla como Gerard encontraron fisuras en el medio campo rival que le permitía crear jugadas de ataque. A partir de la medía hora el Mallorca empezó a sufrir y, su juego perdió sentido y profundidad. La disciplina táctica balear empezó a resquebrajarse al mismo tiempo que creía el juego en su rival.

Gerard, nada más comenzar la segunda parte, dio dos avisos importantes con excelentes disparos, uno de ellos (m. 50) se estrelló en el travesaño. El gol de Djukic justificó esas expectativas, pero el equipo de Valdano, de forma inesperada, sacó el pie del acelerador y no salió a rematar a su rival. Sus ataques fueron esporádicos y mal ejecutados, algo sorprendente en un equipo confeccionado a golpe de talonario.

El Mallorca aguantó el vendaval y daba por bueno el empate cuando el ex jugador del Las Palmas Juan Carlos Valerón encaró con decisión el área rival en un despiste general de la defensa ché. Disparó con intención y Cáceres metió el pie para introducir el balón en su propia portería. Fue un epílogo inesperado para el partido del morbo y un castigo inmenso pata un Valencia que, como ha ocurrido en las dos últimas temporadas, inicia la Liga con una derrota.

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