Empate y excesiva dureza
El Tenerife y el Deportivo pagan su falta de puntería
Se abrió la Liga en Tenerife con un partido que tenía todos los ingredientes para un auténtico espectáculo, pero que se quedó en un exiguo empate a cero. El Deportivo que basó su juego en la firmeza defensiva y el contraataque, echó de menos los remates y goles de Rivaldo que ya son patrimonio del Barcelona. El Tenerife, con la filosofía atacante de Víctor Fernández, tuvo más ocasiones de gol y sólo le faltó certeza a la hora de mirar a puerta.El partido comenzó con situaciones de gol por ambas partes pero a lo largo de la primera mitad se- jugó con más dureza de la deseada. Las entradas eran contundentes y cuando transcurría el minuto 25 ya habían visto la tarjeta amarilla por juego duro Jokanovic y Pablo Paz, mientras que el holandés del Tenerife Vierklau fue retirado lesionado por una entrada sin balón de un rival.
Víctor Fernández tuvo que improvisar la defensa al sacar a Vivar Dorado y colocar a Chano como lateral derecho. Tal y como anunció el técnico aragonés, el Deportivo se mostró como un equipo compacto, con un esquema defensivo muy fuerte y rápido en sus contraataques.
El Tenerife llegaba a puerta con dificultad sólo cuando lograba superar los difíciles escollos de Mauro Silva y Conceiçao que eran auténtios tapones por delante de la defensa y siempre iban al límite de lo permitido a la hora de entrar al contrario. Por contra, el Deportivo trataba de aprovechar la mermada defensa de su rival y montaba peligrosos contraataques, aunque sin acierto en los últimos metros.
Cerca del minuto 15 de la reanudación se produjeron dos jugadas que pudieron cambiar el sentido del choque. La primera fue un remate de cabeza de Felipe a las manos de Songo'o cuando estaba solo en el área chica. A renglón seguido un balón bombeado sobre la portería gallega pareció ser despejado por Helder con la mano en una acción que el colegiado Gracia Redondo no vio.
Después de 20 minutos de dominio tinerfeño, el Deportivo volvió a equilibrar el partido y detuvo las acometidas de su rival. En la recta final se notó el esfuerzo por ambas partes y el 0-0 ya resultó inevitable.
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