La alternativa del joven cantero

El morlaco que lidió ayer Iván Ferreira en, la plaza de toros de Colmenar Viejo pesaba 600 kilos, pero no era de carne y hueso. El bicho era una de las seis moles de granito de 100 x 80 x 40 criadas en Sieteiglesias que debían ser cortadas en cuatro piezas iguales, a golpe de maza y puntero, en menos de 40 minutos.Se celebraba el X Concurso de Canteros de Colmenar e Iván, de 21 años, vecino de Coslada, tomó la alternativa al participar en él como aprendiz. Iván es uno de los 15 alumnos de la escuela de cantería que el Ministerio de Educación ha creado en Colmenar con un presupuesto de siete millones. Aspira a ser el relevo de los veteranos y expertos maestros canteros que tiene esta localidad y por eso ayer se entregó en cuerpo y alma a la faena junto a su profesor, Francisco Barquero.En el concurso participaron otras cinco parejas. No ganaba el dúo más rápido sino el que dejase más limpio y recto el corte, y ése fue el formado por Antonio Santos y Rufino García, dos veteranos que emplearon 26 minutos en trocear la mole en las cuatro piezas exigidas. Iván y su profesor tardaron 40 minutos en cortar la piedra, los más lentos, pero aun así quedaron en cuarto lugar. No salió por la puerta grande pero recibió el reconocimiento del público.