_
_
_
_

Lavapiés entierra dos tercios de sus plazas de aparcamiento

Antonio Jiménez Barca

Los planes para la reforma del barrio de Lavapiés, emprendida ya por el Ayuntamiento gracias a 2.000 millones provenientes de la Unión Europea, pasan por una reducción drástica de las plazas de aparcamiento en la calle. Actualmente, los vecinos de este barrio pueden aparcar en 1.453 sitios (contando los que se suben a las aceras o colocan el coche en las esquinas). Los proyectos del municipio prevén que, una vez terminada la reforma, que incluye la rehabilitación de calles y viviendas, sólo puedan aparcarse en la calle 526 automóviles, casi un tercio de los actuales. La concejalía de Vivienda, que es quien acomete la rehabilitación de la zona, tiene pensado, para compensar, construir al menos 1.200 plazas de nuevos aparcamientos subterráneos repartidos en cuatro zonas: la plaza de Agustín Lara, la plaza de Cabestreros, la plaza de Ministriles y el Casino de la Reina.Evitar el efecto Malasaña

"De lo que se trata", explica Sigfrido Herráez, del PP, concejal de Vivienda del Ayuntamiento, "es de ir haciendo los aparcamientos subterráneos a la vez que se van eliminando plazas de superficie, para que no pase como en el barrio de Malasaña, donde hay que construir aparcamientos después de haber hecho la reforma de las calles".

Tal y como se ha hecho en el barrio de Malasaña, la Empresa Municipal de la Vivienda piensa emprender en Lavapiés un tratamiento de choque al tráfico rodado. Además de impedir, a base de bolardos, que la gente aparque en sitios prohibidos, va a ampliar la superficie de las aceras y colocará árboles. Es un intento para templar el tráfico que tiene como inmediata consecuencia el hecho de restringir las plazas de aparcamiento en superficie.

El problema que tiene esto", añade el concejal Herráez, "es que se hagan los aparcamientos subterráneos, venga una crisis económica y no los puedan comprar; pero por parte del Ayuntamiento vamos a intentar que la mayor parte de los coches esté bajo tierra".

Además de los cuatro aparcamientos previstos, el área de Vivienda del Ayuntamiento tiene dibujados en los planos unos cuantos más cuya realización dependerá de la demanda vecinal, según precisó ayer Herráez. Estos aparcamientos serán mecanizados (el coche entra por una rampa-ascensor y se coloca automáticamente en una planta sin que el conductor tenga que entrar). La razón está clara: estos aparcamientos mecanizados necesitan, para llevarse a cabo, ocupar menos espacio en la calle que los convencionales.

Por otra parte, los responsables municipales visitaron ayer las obras de rehabilitación que se acometen actualmente en el distrito de Puente de Vallecas. También en este barrio la EMV ha ampliado los metros de aceras y eliminado barreras arquitectónicas. Para compensar, se construirá un aparcamiento subterráneo de 300 plazas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_