Rompecabezas financiero

Agosto lía sido un mes peculiar para los mercados financieros, sobre todo por la irrupción de los problemas monetarios de algunos países asiáticos en las cuestiones domésticas europeas. El encarecimiento del dólar ha provocado serios trastornos a los bancos centrales europeos y algunos rumores, desmentidos, de intervención para sujetar un tipo de cambio demasiado escurridizo.El final de este periodo no podía más que responder a todas esas cuestiones y ayer los mercados financieros europeos parecían funcionar sin conexión alguna entre ellos, ni siquiera entre los nacionales.

La bolsa se fue detrás de Wall Street, que bajaba más por problemas de empresas tecnológicas que por el temor de una subida de tipos. Los mercados de deuda ajustaban sus tipos a la baja una vez superados los momentos de tensión por parte del Bundesbank y el dólar sufría una nueva corrección que nada tenía que ver con la fortaleza de la economía norteamericana ni con la situación europea.

En conjunto, toda una lección de desconcierto por parte de los inversores, pero que ha puesto de manifiesto que son las grandes corrientes las que mandan en los mercados, aunque carezcan de componentes lógicos.