¿Quién quiere repetir, quién no tiene aún?

Incluso aunque ahora florezcan las especulaciones sobre el próximo cambio de Gabinete en Alemania, pronto se agostarán. El canciller Helmut Kohl no puede permitir que le quiten las riendas de la mano. ( ... ) Evidentemente, Theo Waigel no ha sido consciente del alcance de sus declaraciones cuando, en un arranque de sinceridad, confesó sentirse cada vez más incómodo en Hacienda. Quien lanza un globo sonda a sangre fría procede de otro modo. Las consecuencias de las declaraciones de Waigel parecen producto más de la casualidad que de la intención. ¿O esque Waigel tenía algún interés en dar a sus socios de Gobierno de la FDP la oportunidad de manifestar que el Ministerio de Exteriores es su posesión irrenunciable y de exaltar la figura del titular del cargo y su líder más popular, Klaus Kinkel? Es llamativo que las especulaciones no se centren ya en las carteras de la FDP, sino que se concentren exclusivamente en la CSU. Cabe imaginar muchas cosas. Si Wolfgang Scháuble, ex ministro del Interior y actual jefe parlamentario de la CDU, tiene madera de, canciller, ¿qué le impediría ser un ministro de Hacienda competente? ¿Pero le interesa a él y a Kohl? También podría pensarse, sin forzar la imaginación, en un ministro del Interior de la CSU. ¿Pero tiene consistencia lo que algunos pescan en aguas revueltas o se inventan en la sequía informativa de los fines de semana? Seguramente no.