Futbolclón
Leo la abundante literatura previa al primer partido del siglo de este tercer trimestre y descubro una aplicación posible de la ingeniería genética, en especial la aplicada a la reproducción clónica. Es irrelevante lograr que una oveja sea igual a otra o que de una, retorta salga el doble exacto del excelentísimo señor portavoz del Gobierno de España y no del de Merimée. Pero, a la vista de la lógica dominante en el fútbol español, consideraría la posibilidad de que una parte de las riquezas de los clubes de fútbol se destinaran a la investigación genética.El señor Capello se pasó un año tratando de conseguir que el equipo del Madrid se pareciera al del Milan, y al final, a pesar le ganar la Liga, aburrido, volvió a Milán tal vez porque dedujo que la única posibilidad de encontrar un equipo parecido al Milan era el Milan. Ahora resulta que el entrenador del Barcelona, Van Gaal, quiere fabricar un Barcelona igualito al Ajax que lo ganaba todo, no al que empezó el declive. Leo que Sergi no hace de sí mismo, sino de Bogarde; que Giovanni trata de ser como Litmanen, y Anderson, como Kluivert; Amunike, ayudado por la africanidad, lucha desesperadamente por ser la calcomanía de Finidis, y ni Couto Abelardo, Nadal, o Guardiola, aunque se esfuerzan, se acercan a la pauta biolúdica de Frank de Boer.
O los prestigiados entrenadores de fútbol, tras un análisis concreto de la situación concreta, pueden adaptar su conocimiento empírico a la plantilla aborigen, es decir, el ABC de la Ciencia, o no habrá más remedio que la reproducción clónica. Pero, ¡cuidado! Bastaría una célula de Capello o de Van Gaal para tener reproducciones exactas, plurales, y todo el fútbol sería como el del Ajax o el Milan. Por el mismo procedimiento, todos los presidentes de clubes podrían ser como... ¡Socorro!
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