"Me gustaría ser como Zico, por eso trato de imitarle"
Osvaldo Giroldo Junior, Juninho, nacido en Sáo Paulo el 22 de febrero de 1973, es el fichaje estrella del Atlético de Madrid. Fue contratado por el club a principios de junio por algo más de 3.000 millones de pesetas. El jueves respondió a las preguntas de EL PAÍS en Cádiz, donde participó con su equipo en el Trofeo Ramón de Carranza. En los cuatro partidos que jugó la pasada semana con el Atlético, marcó tres goles -uno ante el Tenerife y dos al Werder Bremen- y cautivó con su juego. En sólo unos días se ha convertido en una de las estrellas del fútbol español y en el talismán de su nuevo equipo. Una posición que ya ejercía en el Middlesbrough inglés. Hombre de pocas palabras, confiesa que todavía le quedan muchos sueños por cumplir, el mayor de todos ellos es seguir las huellas de su ídolo Zico, el primer sucesor de Pelé en Brasil con la camiseta número 10.Pregunta. ¿El gol que lo lanzó a la fama fue el que usted marcó en 1994 con la selección de Brasil ante Inglaterra, en Wembley?
Respuesta. Sí. Ese gol cambió mi vida. Fue en el torneo Dan Brokot.
P. A raíz de ese gol es cierto que pasaron a denominarle el chico de oro.
R. Sí. Luego, cuando empezó la temporada 1994-1995, que fue una etapa muy buena para mí como futbolista, la gente me recordaba por el gol. Efectivamente, me empezaron a decir y desde entonces así me llaman: el chico de oro.
P. ¿Cuál es su modelo de futbolista?
R. Zico fue mi ídolo desde la infancia. Desde la niñez siempre quise ser un futbolista como él, aunque entiendo que es un objetivo muy complicado. Zico era un jugador activo, y cuando tenía la bola en su poder sabía perfectamente dónde enviarla.
P. ¿Cómo es su fútbol?
R. No soy el idóneo para hablar de mis defectos o virtudes. Me gustaría tener las características de Zico, incluso no puedo negar que trato de imitarle, pero me reitero en que llegar a ser como él es un imposible, al menos para mí.
P. ¿Es cierto que le hicieron un tratamiento especial como a Zico para estirarle los huesos y así ganar algo de altura?
R. Sí, el primer tratamiento lo recibí cuando jugaba en el Ituano. Luego, en el Sáo Paulo, me hicieron algo similar. Siempre entendí que ese asunto de alargar los huesos era para aquellos que practicaban el baloncesto, pero francamente tampoco es mi caso, ya que lo mío es el fútbol.
P. ¿Por qué cree que siempre se ha rechazado a los futbolistas menudos?
R. Es algo que siempre escuché. Entiendo que hay futbolistas menudos que han marcado etapas importantes en el mundo del fútbol. No sé si será mi caso, pero para ello están los periodistas que siempre juzgan desde fuera y lo harán mejor que yo.
P. ¿Como recuerda su paso por la Liga inglesa?
R. Estar allí me gustó muchísimo. Ese fútbol es bueno bajo mi punto de vista y además se juega con espacios. No es que la añore, pero no puedo negar que fue una experiencia positiva jugar en Inglaterra.
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