En el Inem

Hace casi un año que terminé la carrera de Física, especialidad de Electrónica. Tras. el esfuerzo, fui obsequiado con unos rentabilísimos, en cuanto a enriquecimiento material, intelectual y moral, nueve meses de tributo al Estado en las Fuerzas Armadas. Recién licenciado -me refiero a Ciencias de la Defensa- me dirigí a una de esas oficinas con letrero verde que dice: "Oficina de empleo". Ya iba prevenido de que su única finalidad era la de justificar el sueldo de una docena de funcionarios, y parece ser cierto.Las preguntas que me realizó el señor que me atendió fueron: "¿Estudios? ¿Carné de conducir? ¿Idiomas?", y "¿en qué quieres trabajar?" Que las tres primeras fueran suficientes para conocer mis posibilidades de colocación ya me pareció sorprendente, pero que me pregunten en qué quiero trabajar es ciertamente ridículo.

La respuesta más adecuada podría haber sido: "Y yo qué sé. Dígamelo usted. Yo acabo de salir de la universidad y de la mil¡, y no sé lo que se cuece en el mercado laboral". Pero como tal contestación sólo serviría para irritar la mentalidad de funcionario de mi amable interlocutor, me limité a buscar empleos tal vez acordes con mi formación en un listado de cientos de folios: ¡Viva la era informática! Por supuesto, fui más allá de las recomendaciones del empleado, cuya sagacidad le llevaba a apuntarme únicamente para "profesor de Física y Química de academia privada".

¿No deberían saber allí qué ámbito laboral es el adecuado para cada titulación? 6No deberían llevar una estadística acerca de los tipos de puestos que va ocupando la gente en función de su formación? ¿Hacen algo más que esperar cruzados de brazos a que alguna empresa reclame a alguien con mis características? ¿Para qué sirve el Inem?-