La romería de Miraflores de la Sierra acaba con una gran merienda popular en las afueras del pueblo

La romería de la Fuente del Cura, que ayer se celebró en Miraflores de la Sierra (3.100 habitantes), acabó en banquete. El Ayuntamiento repartió desde las seis de la tarde 450 kilos de filetes empanados de los novillos lidiados en las fiestas y cerca de 3.000 barritas de pan entre los 2.000 vecinos y visitantes que acudieron a la tradicional romería.Los preparativos comenzaron a las ocho de la mañana. A esa hora, los funcionarios del consistorio se pusieron los delantales de cocineros, batieron docenas y docenas de huevos, los untaron en pan rallado y uno a uno, fueron vertiéndolos en una enorme olla. El goteo de comensales que pasó por el camión que repartía la merienda duró casi tres horas. A las nueve de la noche los asistentes bajaron hasta la plaza del pueblo, donde cantaron el Pobre de mí y se despidieron unos de otros hasta el año que viene.