Un gran plató llamado Madrid

Cuatro películas se ruedan, o se han rodado, este mes en la capital. Y en numerosas de ellas, la propia ciudad de Madrid se convierte' en protagonista. Estos rodajes tienen nombres propios. Pablo Llorca arrancó su tercer largometraje, Todas hieren, aprovechando que en agosto "hay menos ruido". El realizador Jesús Delgado empezó a rodar este mes Un buen novio porque requería un barrio vacío de una gran ciudad y un sol de justicia. Santiago Segura comenzó su comedia Torrente, el brazo tonto de la ley por las calles de centro, y también este mes concluyó la grabación de Quince, del di rector Francisco Rodríguez, quien enfatiza la importancia de la ciudad en su proyecto: "La mayoría de la acción de Quince transcurre en exteriores y Madrid se con vierte en personaje y actor. La ciudad es protagonista número uno creo que lo hemos conseguido". El realizado asegura que, a pesar de que el Ayuntamiento no les ha puesto ningún problema, el equipo se encontró con algo inesperado: las complicaciones de trabajar con la obras que se suceden e la ciudad. "No es fácil grabar escenas de persecución con el asfalto levantado", comenta. Las fuentes de Cibeles y Neptuno, la estación de Atocha, las torres KIO, el Palacio Real, la calle de Bailén, el Cerro de la Mica... todo aparece en el filme. Aunque rodar en el exterior tiene sus riesgos. Lourdes Sánchez, ayudante de producción, reconoce: "Los rodajes de calle siempre son complicados", y recuerda los problemas que tuvieron una noche, a las tres de la madrugada, en la calle de Montera: "Las prostitutas se quejaron y hubo expectación, pero la cosa no pasó a mayores". Las escenas interiores están rodadas en un local cedido por la Comunidad.

De todas maneras, no son los únicos que pasaron por esta zona. Los responsables de Torrente trasladaron sus cámaras hasta las calles de Isabel la Católica, Desengaño, Montera... "Queremos que Madrid sea protagonista y que se reconozca la ciudad", comenta Eva Sklar, de la productora Lolafilms. El primer largometraje del popular actor-director-guionista Santiago Segura va de madrileños. "De hecho, el protagonista Torrente es socio del Atlético de Madrid", señala Sklar, quien apunta: "El director odia el calor y suda como un loco, pero vimos que el verano era un buen momento para iniciar el rodaje y así lo hicimos". El arranque de Un buen novio, el segundo largometraje de Jesús Delgado, no puede ser más clarificador: tarde de agosto, barrio vacío de una gran ciudad, sol de justicia... Las calles desérticas presentan esa situación ideal buscada, en muchos casos, por los directores. Hace algunos días, el realizador Pablo Llorca comentó estar "encantado de rodar en Madrid". El propio cineasta, inmerso en su largometraje Todas hieren, confesaba a Efe que "el ruido que produce esta ciudad hace que rodar sea a veces muy complicado, pero el verano ayuda". El equipo se mentalizó plenamente ante las cinco semanas de trabajo. "Tenemos que acostumbrarnos", comentó el realizador. Para algunos, tal vez se trate de una circunstancia puntual, y, para otros, evidencia perfecta del buen momento del cine español... El caso es que Madrid se ha convertido en un gran plató, y los madrileños en los extras perfectos para cualquier película.Y, por si esto fuera poco, la revista Nickel Odeón dedica su número de verano al papel de Madrid como protagonista y es cenario de un . a gran parte de la filmografia nacional. El editorial de la revista dirigida por José Luis Garci destaca que Madrid ha sido siempre el plató preferido por los cineastas y el lugar escogido para vivir por directores, técnicos y artistas. Los hechos parecen confirmarlo plenamente.