Morados de rosa

La serpiente del verano ha mudado de piel este año. El amarillismo de los informativos estivales ha dado paso a las noticias rosa, al cotilleo, al famoseo puro y duro. Morados de rosa, los espectadores pueden elegir entre tres espacios que compiten por las mismas exclusivas, las mismas carreras alocadas por el aeropuerto de Palma o Marbella, los mismos rostros ajados por la sobredosis de rayos UVA, Ana Obregón, Suker y el conde chuloplaya; Lolita, Rosario y los fantasmas de las flores; Julio, Enrique y con los Iglesias hemos topado... La fauna rosa es pobre, tal vez también de espíritu, pero desde luego lo es en número: son cuatro gatos que desfilan con sus fugas, sus desamores, sus "esto-es-mi-vida-privada-yo-trabajo-quin-ce-horas". Pero el mismo cuento y los mismos cuentistas protagonizan historias distintas en función del espacio que les toca en suerte.El veterano ¡Qué me dices! (Tele 5) mantiene en agosto una media del 22,1% (dos millones de espectadores) gracias a la química entre sus presentadores, Belinda Washington y Chapis, y la sana ironía de los reporteros: Julia García es la rigurosa; Ana Vera, la simpática; Antonio Sánchez Casado, el malo malísimo que coloca a las más petardas en su sitio. Los del QMD han sacado un quiosquillo a la calle, recorriendo las playas españolas con unas vallas muy cutres tras las que, como en un zoo, se amontona un público ansioso. El programa se ve lastrado por unas telepromociones de queso, pero mejora con las canciones seleccionadas para ilustrar las peripecias de los famosos.

Guapa, rubia, pija y pizpireta, Anne Igartiburu ha pedido a los famosos que le manden recuerdos en cada vídeo. "¡Hola corazones!", saluda desde su miniset con chroma el rostro de Corazón de verano (TVE-1). El más madrugador de los informativos rosa (14.30) ha calado pronto: 22,2% de media en julio y agosto, un éxito si se tiene en cuenta que no se emite en Cataluña. Las piezas son de tono light, siempre amables, como peloteando a un respetable al que intentan no acosar. Las presentaciones de Anne refuerzan el tono repipi, cursi y ñoño de unos textos leídos con continuas equivocaciones. Los, famosos salen bien parados porque el programa tiene corazón. Claro, los demás ponen los higadillos.

Duelo de titanas, de marujas de diseño daltónico, Extra Rosa (Antena 3) pone más empeño en recrear el pique entre Rosa Villacastín y Ana Rosa Quintana que en dar cancha a los reportajes y entrevistas. Si una ha visto a George Hamilton en una fiesta, la otra alardea de hablar con él en un sarao; si una cena en Flanagan, la otra se pone ciega de huevos fritos en Casa Lucio. O sea -que diría Chabeli- que las dos son famosas como los héroes de su programa. Ambas presumen de un periodismo de calidad, con Tico Medina a la cabeza, y con él han convencido al 21,6% de la audiencia (1.793.000 de telespectadores, el récord del pasado 12 agosto), pero al final todo queda en un empacho rosa.