La información al usuario, principal crítica a la nueva estación Sur
La ya clausurada estación Sur de Arganzuela y la inaugurada en la calle de Méndez Alvaro tienen algo en común: la continua saturación de la centralita telefónica. La información al usuario sigue siendo la asignatura pendiente. Hasta el moderno sistema de paneles informativos instalado para anunciar las entradas y salidas ha arrojado datos erróneos. Los taxistas y conductores, además, se quejan de los accesos.
La nueva terminal de autobuses, que abrió sus puertas el pasado 2 de julio, aún está en rodaje. Y sigue incomunicada telefónicamente, como su antecesora. "Como no tengas suerte, no hay manera de que te cojan el teléfono. La centralita se pasa el día comunicando", señala un usuario. EL PAÍS comprobó, a lo largo del día de ayer, la saturación de líneas. En ningún momento la línea de la terminal dejó de comunicar.En la misma estación, el acceso al puesto de información es complicado por la larga fila de usuarios. "Es cierto que en momentos puntuales hay cierta aglomeración en el servicio de información al cliente, pero la cola va bastante rápida", señala el jefe de estación, Félix Villa.
La falta de una zona de carga y descarga para los vehículos particulares que acercan a amigos y familiares a la estación es también una de las críticas más frecuentes. En el proyecto original está incluida esa zona, que ahora no existe. "Supongo que el Ayuntamiento estará avisado y no tardarán en ponerla", apunta Villa.
Una de las novedades de la nueva estación es la presencia de unos modernos paneles informativos en la planta principal. Además, multitud de pequeños monitores anuncian las llegadas y salidas en las dársenas. Este sistema de información, aún en pruebas, también ha fallado. "Se han dado errores en la programación y ha habido algún que otro problema", señala el jefe de estación. "Un viajero portugués perdió su autobús porque se distrajo y no entendió lo que ponía en el panel", comenta Villa.
La actividad de ayer era en los pasillos del edificio era importante. Los cálculos estiman que unas 30.000 usuarios acceden cada día a la estación de autobuses de Méndez Alvaro.
Atascos en los accesos
Los vecinos del barrio de Entrevías -al otro lado de la M-30- padecen, desde que la estación se inaugurara, continuos atascos en la vía de circunvalación M-30, y ya han protestado públicamente. "Hemos empezado a notar las dificultades de tráfico, porque los autobuses taponan las salidas y forman unos atascos de impresión", comenta José Chacón, miembro de una asociación vecinal del barrio. Este vecino asegura que será "a partir de septiembre" cuando llegue "el gran follón".Los conductores de autobús echan en falta la presencia de un semáforo que regule la salida a la calle. "Tenemos que hacer una maniobra extraña para poder cruzarnos del lado izquierdo al derecho", reconoce un conductor, Antonio.
El colectivo de taxistas es otro de los afectados: sus carriles son estrechos, no hay porches para poder refugiarse del calor y están obligados a salir por una vía de dirección única.
Pero no todo ha empeorado. El número de robos ha descendido en picado. Por la estación patrullan agentes del Cuerpo Nacional de Policía, de una empresa de seguridad privada y policías locales. Esta extrema vigilancia de las instalaciones ha posibilitado la reducción de los delitos contra los viajeros.
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