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CAMPEONATOS DEL MUNDO DE ATLETISMO

Una cita sin récords

Las marcas de los atletas fueron de un nivel inferior a Gotemburgo 95

La categoría de las marcas fija la calidad de unos campeonatos, o, por lo menos, deja algunas cifras para el recuerdo. En ese sentido, Atenas, ni una cosa ni la otra. Si Gotemburgo 95 pasará a la historia, sobre todo, por los tremendos 18,29 metros de Jonathan Edwards en triple salto, o incluso por el doblete de Michael Johnson en 200 y 400, bajando de 44 y 20 segundos; si Atlanta quedará fijada por los 9,84 de Bailey en los 100 metros y por los 19,32 de Johnson en los 200; el Mundial griego, nada. Ni siquiera el acicate de la recompensa económica (unos 15 millones de pesetas por récord mundial) ha tenido efecto. Atenas 97 no dejará ninguna marca para la posteridad. En ese sentido, se puede hablar de un Mundial mediocre. Lo que no es sorprendente, en absoluto: 1997 es un año posolímpico, tradicionalmente año de declive en la preparación de los atletas (se han dado, en general, peores marcas que en Gotemburgo 95). Además, la repetición de grandes eventos (tres cada cuatro años: Juegos, Mundiales y Europeos) y el elevado nivel alcanzado por las mejores marcas son más datos que explican lo obvio.Se dice siempre que a unos campeonatos mundiales o europeos, o a unos Juegos Olímpicos, se va a ganar medallas, no a hacer marcas. Ya existen reuniones donde el fin primordal es atacar los récords. Sin ir más lejos, el miércoles se celebra la de Zúrich, la más importante del año, con ataques en varias pruebas, especialmente en 5.000, con Komen y Gebrselassie, o en 1.500, con El Gerrouj y la presencia de Cacho.

Maurice Greene sólo igualó con sus 9.86 en 100 metros el récord de los campeonatos de Carl Lewis en Tokio 91. Y sí lo batió el relevo femenino de 4 x 100, pero con la misma frustración de dejar aún vivo el mundial de la RDA. También lo superó el checo Robert Dvorak en decatlón, con una gran marca de 8.837 puntos, la tercera de todos los tiempos, tras Dan O'Brien y Daley Thompson. Serguéi Bubka, el hombre de los 6,14, dejó el de pértiga en 6,01.

Ni siquiera abundaron las mejores marcas de la temporada. Sólo los 12.93 de Allen Johnson en los 110 metros vallas, los 47.70 de Stephane Diagana en los 400 vallas, los 10.83 de Marion Jones en 100 lisos, los 2,37 de Javier Sotomayor en altura, los 17,85 de Yoelvis Quesada y los 15,20 de Sarka Kasparkova en triple, los 7,05 de Ludmila Galkina en longitud y los 42.55.49 de Annarita Sidoti en los 10 kilómetros marcha. Tres de los cuatro relevos también produjeron mejora anual. Fueron los 37.86 de Canadá en el 4 x 100 masculino, los 2.56.47 de Estados Unidos en el 4 x 400 y los 3.20.92 de las alemanas en su relevo largo. Nezha Bidouane igualó la de 400 vallas con sus 52.97.

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