El musical que nació de la frustración
Un grupo de actores cuenta sus aventuras para estrenar en una ópera rock que se presenta en el Alcázar
Javier Mira, pelo largo y rizado, camiseta ceñida, vaquero desgastado y calzado deportivo, terminaba su jornada como repartidor de botellas el pasado martes a las doce y media de la mañana. A tiempo para estar a primera hora de la tarde en el teatro Alcázar, esta vez ejerciendo como director musical del próximo estreno de esta sala, que, rompiendo con su pasado de obras muy comerciales para un público conservador, ha tenido la osadía de programar una ópera rock de título El rey del musical: según sus responsables, el primer musical de este estilo hecho en España.
Hace años, Mira y todo el equipo de este montaje, jóvenes en su mayoría procedentes del mundo del rock, intentaron una aventura parecida. Quisieron subir al escenario con una adaptación del famoso Jesucristo Superstar de Andrew Lloyd Weber. Se hicieron pruebas a 200 personas, se ensayó durante meses y, cuando todo estaba listo para el estreno, perdieron los cuatro millones de pesetas que habían invertido entre todos para la producción. Entre el primer ensayo y el aceptar que nunca se iba a estrenar la obra, pasaron cinco años.
"Era una versión renovada de Jesucristo Superstar en la que se hablaba de cómo el poder maneja la opinión pública" , explica Ángel Almazán. Ahora, la compañía Dirdam (Madrid al revés), nombre de este grupo de actores, cantantes y músicos, ha basado El rey del musical en cómo "el poder te deja en la ruina". Y este grupo de 16 intérpretes más 5 músicos, que se enfrenta por primera vez a un espectáculo de gran formato, no tiene ningún problema en centrar su obra una crítica al hombre más poderoso del mundo si se habla este género de espectáculos. Porque el personaje que da título al musical no es otro que Andrew Lloyd Weber. Aunque en ningún momento se pronuncia su nombre.
Trabajo en la fábrica
La idea de un guión que cuenta las aventuras y desventuras del grupo de jóvenes que intentó montar Jesucristo Superstar fue del director, Ángel Almazán. Son experiencias que todo el equipo conoce bien. Como Jesús Soto, uno de los actores que esta semana ha dejado su trabajo en una fábrica de prefabricados de hormigón. Amanecer en Pinto a las cinco de la mañana, trabajar en Seseña (Toledo) y ensayar en Madrid hasta medianoche es un ritmo difícil de aguantar, ahora que por fin subirá el telón cada noche. Dice Soto que ha tenido que hacer un buen esfuerzo para aparecer en escena como el auténtico rockero que requiere su personaje. Él es de corte melódico, "tipo Nino Bravo", dice, al que admira e imita en las salas de fiesta y locales en los que de vez en cuando actúa. Peor ha sido lo de salir a escena. Y mucho más terrible todavía, bailar.Pero por ahí ha pasado todo el elenco. A la mayoría se les ha seleccionado por la voz y prácticamente ninguno había actuado antes. O el que había actuado, nunca había cantado. Sin duda, uno de los trabajos más duros, ha sido para Alberto Concepción, coreógrafo del montaje y responsable de que todos bailen de forma aparente durante la función.
"Han sido muchas horas y mucho sudor. Somos gente joven que quiere hacerse un hueco en este difícil mundo", comenta Javier Halcón, un cantante casado y con un hijo que acaba de dejar su trabajo de camarero en un restaurante.
Los cinco millones para este musical también ha salido de todos los que participan en él. El teatro Alcázar y la productora Scena 2.000 han creído en ellos y les han ofrecido el teatro Alcázar, que de paso se somete a una buena renovación. "Pretendemos atraer a la gente joven, al público que nunca va al teatro. Se trata de buscar cosas nuevas, que es la única manera de evolucionar", dice Jesús Mira. "Yo mismo no recuerdo si he ido a alguna obra de teatro", añade el director musical, que hace 12 años ganó el concurso de rock Villa de Madrid con su grupo Tritón.
La música de El rey del musical es de Javier Mira; la letra, de José Castañeda, y la dirección, el argumento y el guión, de Ángel Almazán. Además de los 16 actores, durante toda la representación hay un grupo de cinco músicos que toca en directo. Los planes son pasear el montaje por toda España.
El rey del musical, en el teatro Alcázar (Alcalá, 20. Metro Sevilla), del 8 de agosto al 27 de septiembre, a las 20.00. Sábados, también a las 22.45. 2.000 pesetas.
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