La alegría de las medallas

Los españoles tardaron en llegar a la zona mixta tras su última vuelta de honor a la pista. El atletismo español estaba de fiesta. Aunque no hubieran ganado, nunca una medalla de plata y otra de bronce supieron a tanto. Tanto Fermín Cacho como Reyes Estévez se mostraron exultantes de alegría. Pero para el soriano, ya experto en esto de las medallas en las grandes competiciones -oro y plata olímpicos (1992 y 96); dos platas mundiales (93 y 97); un oro europeo (94)-, la de ayer, su quinta gran medalla era un trofeo más. Para Reyes, el sorprendente joven de Cornellà (Barcelona), era, nada más y nada menos, que su estreno en la élite, la confirmación de las expectativas.Cacho reconoció que Morceli le entretuvo y confesó su error al seguirle: "A falta de 200 metros he visto que no reaccionaba, y no he querido atacar en el último 200 para no ir por la calle 2. La verdad es que a lo mejor ese momento de indecisión ha servido para que El Gerrouj sacase más metros y no pudiese seguirle al final. Lo he intentado pero los metros que me llevaba de ventaja eran muchos metros. No es que me faltaran fuerzas porque vi que flojeaba pero si Morceli no se hubiese puesto entre El Gerrouj y yo, seguramente habría sido de otra forma la carrera. Ha sido una pena que Morceli desgraciadamente no esté en su mejor momento de forma. Yo lo que pretendía es que no se diese por vencido, que fuese a defender su título del mundo, que no se le fuese tanto El Gerrouj y que me llevase hasta él. No ha sido así y la verdad es que me he equivocado. Pero bueno, he sido subcampeón del mundo, fui campeón olímpico y parece que la única medalla que me falta de Mundial se me está resistiendo. Me gustaría estar en Sevilla 99 y volver a hacer una buena carrera.

El soriano, sin embargo, reconoció la superioridad del marroquí: "La gente estaba con miedo y cansada de las dos eliminatorias anteriores, por eso ha sido lento el ritmo al principio, pero los últimos 600 metros han sido muy rápidos. Y El Gerrouj ha demostrado que es el mejor. Pero también el medio fondo español está en un sitio que no se esperaba".

Cacho sigue en la brecha y en la cumbre: "Pues sí, la verdad, y puedo decir que soy de la poca gente que ha visto varias generaciones. He echado a una, he estado en la mía, viene gente por detrás ya. Al final me ha sacado una estela suficiente y no le he podido ganar. Pero estoy muy contento". "Ahora lo importante es cumplir otra meta de la temporada como es el matrimonio. Le dedico el triunfo a mis padres, a mi familia, a mi entrenador, Enrique Pascua], y por supuesto, a mi futura esposa", declaró el soriano.

Y si Cacho ya era viejo en esas alegrías, Reyes estaba como un niño con los Reyes Magos. "Ahora sí que me veo en el podio, ahora sí", dijo sonriente. No tenía esperanzas de subir días, antes, pero se había equivocado. "Hasta me he quedado con fuerzas porque he atacado muy fuerte y luego aún me han sobrado al final".

La medalla colma todas las aspiraciones de este joven barcelonés que el pasado sábado cumplió 21 años y ya suma, además del bronce mundialista, dos títulos europeos júnior y el reciente sub 23. Una auténtica mina de la que se siente sobradamente satisfecho: "Buffff...Casi no acabo de creérmelo. Con mi edad, hacer lo que he hecho... Para mí es un día que va a quedar grabado toda mi vida. Me ha enseñado a tener fuerza aunque no la tenga, a ir para adelante. Yo creo que si las lesiones me respetan puedo hacer grandes cosas en el atletismo".

Respecto al momento clave de la carrera dijo: "Cuando he visto en la última vuelta que tiraba el marroquí no he intentado seguirle reservándome para el final por la medalla de bronce. Entonces se han ido Morceli y Cacho y se me ha colado el tunecino. Me ha hecho un poco de puente porque no iba ni con ellos ni conmigo. Lo mismo que a Fermín le ha perjudicado Morceli, a mí me ha perjudicado el tunecino. Luego, antes del 200 le he intentado pasar y he apretado a fondo. Y en el momento de llegar a los 60 he visto que Morceli estaba sin fuerzas y yo con una fuerza tremenda y me ha dado alas. Me he dicho aquí tengo la medalla".

Reyes dedicó su triunfo a su familia y a su entrenador, Gregorio Rojo.