_
_
_
_
CAMPEONATOS DEL MUNDO DE ATLETISMO

Reyes vale mucho

Santiago Segurola

Reyes Estévez (Cornellá, 21 anos) ha seguido el trámite habitual que se reserva a los atletas que parecen destinados al estrellato. Desde niño, su nombre corrió primero de boca en boca entre los iniciados, deseosos de encontrar al heredero de González, Abascal y Cacho. Era un muchacho espigado, de zancada fácil, un juvenil con clase y excelentes marcas. Luego llegaron los primeros exámenes, como el título de campeón de Europa júnior cuando sólo contaba 17 años o aquella serie B en la reunión de Zúrich 95, donde Estévez batió el récord europeo júnior de 1.500 (3.35.51). Tenía una pinta excelente, pero la clase no basta. El desarrollo físico, el paso a la siguiente categoría, las distracciones de la edad. Nada es seguro en la progresión de un atleta."Desde el primer momento supe que tenía algo especial", decía ayer Gregorio Rojo, el hombre que dirigió a Abascal y que lleva a Estévez desde la llegada del atleta al CAR de Barcelona. El muchacho tenía 16 años y realizaba marcas sabrosas. Rojo, un veterano de mil guerras, tiene buen ojo. Ha visto mucho y sabe que las condiciones de Estévez son perfectas: alto (1,88 metros) y ligero (apenas 70 kilos), se desplaza con facilidad, con una zancada eficaz, quizá ligeramente corta para su estatura y para la longitud de sus piernas. "A veces le viene una vena perezosa y no estira en los entrenamientos como debería". Rojo se refiere al trabajo que debería hacer para mejorar el rendimiento del músculo isquiofemoral, que permitiría a Estévez alcanzar un desarrollo perfecto en relación a sus larguísimos gemelos y a la potencia de su tobillo.

Más información
La alegría de las medallas

En formación

El entrenador sabe que tiene una joya y también sabe que es un atleta joven, todavía en formación. Rojo no quiere exprimirle. Siempre ha sido partidario del proceso natural de aprendizaje. Le resultó bien con Abascal y así lo hará con Reyes. Gregorio Rojo no se preocupó demasiado el pasado año, cuando el atleta dio la impresión de estancarse, ni mucho menos ahora, justo cuando acaba de ganar el bronce en el Mundial de Atenas."Tiene unas condiciones maravillosas. Y una cadencia extraordinaria en su manera de correr. Además tiene velocidad. Ayer lo vimos. Se recuperó de un error táctico y corrió una gran recta", dice Rojo, que vio la carrera por televisión en Barcelona. El día de la carrera no le llamó a Atenas, "porque no quería meterle presión". Pero la táctica se había establecido antes. "Le dije que si la carrera iba lenta, se pusiera por delante, pero que no se ciñera, demasiado a la cuerda, porque se podía ver entrampado en algún tirón y quedarse cerrado", señala. "Sólo se mostró ingenuo tras el ataque de El Guerrouj", agrega Rojo, que está convencido del formidable talento de un atleta que vale mucho. Ya tiene una medalla en un Mundial. Ahora participará en un par de grandes reuniones. Desde el próximo año, irá a por las grandes marcas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_