Ataque de nervios
Los inversores españoles pasaron ayer un mal trago al ver cómo se desmoronaban en minutos los avances conseguidos por la mañana. Un recorte momentáneo en Wall Street puso al descubierto la precariedad de los planteamientos alcistas de los dos últimos días, en los que las cotizaciones subieron con fuerza sin contar con el volumen necesario.El índice madrileño llegó a ganar 12,81 puntos, el 2,08%, y en cuestión de una hora puso el signo negativo ante la avalancha de papel que se le vino encima al mercado. A minutos del cierre, Madrid perdía 3,34 puntos y todo el mundo estaba deseando que terminara la sesión.
La contratación fue de 95.668 millones de pesetas. Una buena parte se negoció al final de la j ornada, cuando una vez más hubo que hacer frente al temor de que el mercado haya tocado techo. El Ibex 35 se acercó a la zona de congestión y, aunque la caída no ha sido por causas propias, los gráficos anotarán un nuevo rebote en ese nivel que servirá para acrecentar las dudas a corto plazo.
La deuda mantuvo la subida de precios y la rentabilidad de la emisión a 10 años marcaba un nuevo mínimo histórico en el 6,13%. El diferencial con Alemania fue récord por la mañana, pero acabó en 0,62 puntos. Wall Street cerró en 8.088,36 puntos, otro máximo histórico.
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