La gestora rebelde del Ateneo se niega a dejar los despachos pero acepta que entre la junta legal
Llegaron, discutieron y se fueron. La junta de Gobierno del Ateneo de Madrid, que había sido derrocada en junio y ayer recuperó sus cargos tras una resolución judicial a su favor, tendrá que compartir de momento los despachos con la junta gestora rebelde. Ésta se niega a dejarlos, aunque acepta compartirlos con la directiva legal. "Como si tenemos que usar la misma mesa", dijo el secretario de la junta gestora, Juan Ignacio Benítez. Su homónimo de la directiva legal, Juan Iglesias, prometió elecciones en octubre y asegura que pedirá al juez que desaloje a los díscolos.
La vuelta ayer a la sede del Ateneo de los miembros de la Junta de Gobierno, declarada la única legal por el titular del juzgado de primera instancia número ocho de Madrid, dio ocasión a una nueva escenificación de la discordia entre socios. A la conferencia de prensa convocada por la directiva repuesta en sus cargos asistió un grupo de socios discrepantes cuya intervención en el turno de preguntas motivó gritos y actitudes airadas.La llegada de un notario para dar fe de la actitud de la junta gestora (que anunció que recurrirá la sentencia) interrumpió las declaraciones del secretario legal, Juan Iglesias. Y la comparecencia ante los medios derivó en un careo entre los dos secretarios en el despacho de la presidencia. Antes de la rueda de prensa se habían saludado con cortesía. Luego, todo fueron acusaciones cruzadas.
Iglesias se congratuló de que la justicia haya restablecido "el sentido democrático" en la institución. "Hemos cometido errores, naturalmente, pero otra cosa es romper las reglas de juego. El que no esté de acuerdo tiene varios procesos para derrocar a la junta: las urnas, una moción de censura o el juzgado. No se debe ir por atajos porque dan muchos problemas", dijo. El secretario de la junta gestora rebelde (que tenía convocadas elecciones para el 30 de septiembre) reiteró sus argumentos contra la directiva legal: su convocatoria de votaciones para el 15 de octubre no fue tal porque no se notificó por carta a los socios y el verdadero golpe de estado consistió en cerrar el Ateneo el 11 de junio.
Iglesias contestó que "no dio tiempo" a remitir la convocatoria porque querían incluir una carta "explicando lo que se había hecho" durante su mandato, y luego la imprenta paró la edición porque "ya no sabía quién le iba a pagar". No obstante, y según testificaron algunos trabajadores ante el juez, se expuso la cita electoral en el tablón de anuncios. Ayer, uno de los 34 empleados de la añeja institución se dolía: "Los obreros estamos en medio".
Benítez señaló anoche tras una asamblea informativa que si el juez ordena el desalojo de la junta gestora, ésta seguirá su trabajo en otro lugar. Respecto a la gestión económica del Ateneo comentó que de momento el Banco Exterior de España exige la autorización de ambas juntas para abonar las facturas que reciben contra la cuenta de la entidad; por lo menos así sucedió, asegura, con un recibo del seguro.
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