Zedillo cede a Cárdenas el nombramiento del jefe de policía de la capital

Cuauhtémoc Cárdenas ha recibido del presidente mexicano, Ernesto Zedillo, su regalo como aIcalde electo de la capital: la potestad de elegir a los responsables de la seguridad pública (el jefe de la policía y el procurador de justicia), que, según la ley mexicana, debe nombrar el presidente de la República.

En una entrevista celebrada el lunes con Cárdenas, Zedillo propuso además una comisión de enlace para. el traspaso de los poderes en el Distrito Federal. Mientras, los partidos políticos viven una actividad inusitada y diseñan estrategias de acuerdo a la nueva composición del Congreso.El encuentro de Zedillo y Cárdenas en el palacio de Los Pinos, en el que todo fueron sonrisas y parabienes, sigue a una etapa de aproximación que comenzó después de que Cárdenas se alzara con el Gobierno de la capital el pasado 6 de julio y enterrara acto seguido el hacha de guerra. El presidente le reiteró al líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD) su voluntad de cooperación. Para empezar, puso en sus manos la elección de los responsables de seguridad, punto en el que las leyes maniataban hasta ahora al regente electo.

La decisión, muy bien recibida por Cárdenas, tiene doble filo: el presidente ha dejado al líder opositor sin excusas posibles cuando tenga que rendir cuentas ante una ciudadanía a la que ha prometido acabar con la inseguridad y la corrupción policial. Pero eso no parece preocuparle demasiado a Cárdenas, que aspira a gobernar México en el año 2000. El hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas acudió a Los Pinos acompañado de su hijo Cuauhtémoc, que forma parte de su equipo de asesores. Otro hijo, Lázaro, es ya diputado del partido que lidera su padre.

En sus tareas de gobierno, Cárdenas contará con un mullido colchón: el PRD ha arrasado en la Asamblea Legislativa del DF, donde dispondrá de una cómoda mayoría absoluta. El resultado sobrepasó de tal manera las expectativas que los jefes del PRD tratan de educar a los legisladores electos, procedentes de los sectores más diversos, para que se olviden de sus reivindicaciones de grupo y trabajen como partido. De momento, las manifestaciones y las marchas que sumían. en el caos diario a la capital han concluido.

Y mientras la tranquilidad impera en la ciudad, los partidos mayoritarios viven sumidos en una intensa actividad tras los sorprendentes resultados de los comicios que terminaron con la eterna mayoría absoluta del gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) para dar paso a un Cámara de Diputados y un Senado mucho más compensados.A falta de que se resuelvan las impugnaciones presentadas, el PRI queda con 239 de los 500 escaños, el PRD con 125 y el conservador Partido de Acción Nacional (PAN) se ve relegado a un tercer lugar con 122. En el Senado, el PRI contará con 77 asientos, el PAN con 33 y el PRD con 13. Aquí el PRI ha perdido la mayoría calificada necesaria para las reformas constitucionales.

La reflexión postelectoral, especialmente intensa para el PRI después del duro retroceso, se mezcla con el diseño de estrategias para el nuevo período legislativo, que comenzará en septiembre. Si bien el partido gubemamental sigue siendo la principal fuerza, no tendrá otro remedio que ejercitar el arte de los pactos para sostener sus posiciones. Su asidero podría ser la chiquillada: el Partido Verde Ecologista, que ha conseguido ocho escaños, y el Partido del Trabajo, que tiene seis. Ambos, sin embargo, se han desmarcado ya de eventuales acuerdos con el PRI.