Más de 20 muertos por una bomba en una mercado de Argel
La explosión pudo escucharse a más de dos kilómetros de distancia. Un artefacto explosivo de gran potencia colocado en pleno centro del populoso mercado de Baraki, en la periferia de la ciudad de Argel, causó ayer al menos 21 muertos y varias decenas de heridos, según informaron fuentes de los servicios de seguridad argelinos.El comando terrorista autor de sangriento atentado, presumiblemente perteneciente al Grupo islámico Armado (GIA), particularmente activo en la capital durante el pasado mes del Ramadán, escogió el momento de mayor afluencia popular al mercado, las 11.00 hora local, justo cuando la gente hace las compras, y colocó el artefacto mortal entre las múltiples cajas que abarrotan los tenderetes de frutas y verduras.
Media hora después de producirse la explosión, el panorama era desolador. Cadáveres irreconocibles, restos humanos tirados por doquier, muertos y heridos desparramados por el suelo en medio del revoltijo de mercaderías. Un intenso olor a material explosivo invadió todo el mercado.
Las draconianas medidas de seguridad impuestas por las autoridades en los lugares públicos de la capital, cines, teatros y autobuses en particular, donde los sospechosos son cacheados, y los bultos examinados con detenimiento, no han podido impedir esta nueva matanza, que se suma a las ya trágicas de este fin de semana. El barrio de Biaraki se encuentra en plena zona industrial de los suburbios de Argel y alberga centenares de miles de personas de la, más humilde condición.
Los 21 muertos de Baraki se suman a los 44 del pasado fin de semana en diferentes acciones terroristas. En la noche del sábado al domingo, un grupo armado sin identificar cayó sorpresiva mente sobre la aldea de Fetha en la región montañesa de Medea, a 200 kilómetros al sur de Argel. .No hubo prácticamente resistencia. No podía haberla. La banda terrorista perpetró a sus anchas una nueva matanza dejando tras de sí 33 cadáveres, hombres, mujeres y niños, todos ellos degollados. Los asaltante se llevaron como rehenes a las 21 chicas jóvenes que había en el poblado. Con este nuevo asesinato, filtrado por la censura oficial y relatado por los diarios de la capital Al Watan y Al Jabar, y los otros dos cometidos en el mismo día en el interior del país, son 65 los muertos en los tres últimos días.
El secuestro de las jóvenes campesinas es el mayor de los cometidos hasta ahora por la! guerrillas terroristas, y parece estar destinado, tanto a amedrentar a aquellas poblaciones rurales que le son reacias en otorgar suministros, como a proveer a sus combatientes de mujeres jóvenes destinadas al apareamiento, conocido como la mutaa. Esta práctica de emparejamiento temporal, que puede ser desde un día hasta un mes, propia de la rama musulmana shií, tuvo cierta relevancia en el Magreb en los siglos pasados, cuando la obligada peregrinación a la Meca de los creyentes hacía pasar a éstos hasta dos años fuera de sus hogares. La mutaa se practicaba entonces a lo largo del camino.
La total impunidad con que parecen actuar las bandas armadas, en las zonas rurales argelinas expone a su población a toda suerte de ultrajes, cuando no al degollamiento liso y llano. En menos de una semana, el número de víctimas entre la población civil por las matanzas cometidas por los grupos armados y los comandos terroristas en la capital asciende a más de 110.
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